El regulador de energía de Estados Unidos está enfocado en permitir la construcción de líneas de transmisión de energía de larga distancia para ayudar a traer más energía renovable a la red.
Richard Glick, presidente de la FERC, dijo en la conferencia CERAWeek, que se celebró virtualmente, que las nuevas líneas eléctricas ayudarían a llevar la electricidad generada en los parques solares y eólicos del campo a las ciudades pobladas.
“Si realmente vamos a cumplir con nuestros objetivos, ya sea que los establezca el gobierno federal o los estados, necesitaremos acceder a los excelentes recursos renovables ubicados remotamente que tenemos”, dijo Glick.
No mencionó proyectos específicos, pero un esfuerzo es SOO Green HVDC Link. Espera instalar cables subterráneos de corriente continua de alto voltaje a lo largo de los corredores ferroviarios existentes para entregar 2,1 gigavatios de energía desde los proyectos eólicos y solares de Iowa a Chicago. El proyecto necesita que FERC actualice cómo los operadores de la red conectan los nuevos proyectos de transmisión, entre otras cosas.
La FERC en su mayor parte no tiene autoridad sobre la ubicación de las líneas de transmisión, lo que a veces actúa como un impedimento para el desarrollo de la transmisión, dijo Glick. Pero el panel tiene autoridad sobre la asignación de costos y la planificación de la transmisión.
“Esas son las áreas particulares en las que creo que nos centraremos en el futuro cercano para descubrir” formas de incentivar la planificación para construir líneas de larga distancia, dijo.
Biden se ha comprometido a poner al país en el camino de descarbonizar la red para 2035. Glick, un demócrata, y el resto de los cinco miembros de la FERC podrían ayudar a sentar las bases para eso, especialmente después de junio, cuando se espera que su partido recupere un Mayoría 3-2.
En los últimos años, la FERC aprobó una regla, de la que Glick disintió, que eliminó la revisión de las emisiones de gases de efecto invernadero de las nuevas tuberías de gas natural de las evaluaciones ambientales. Si bien algunos han criticado a Glick por estar en contra de todos los gasoductos, “eso simplemente no es cierto”, dijo.
El Circuito de DC, un tribunal federal que revisa las decisiones de la FERC, dictaminó dos veces en los últimos cuatro años que la FERC tenía que revisar el impacto de las emisiones de las tuberías antes de seguir adelante. Eso ha provocado retrasos y costes adicionales.
“Creo que a los desarrolladores de oleoductos les interesa trabajar también con nosotros para desarrollar una buena metodología para evaluar los impactos del cambio climático”, dijo Glick.
La semana pasada, la Casa Blanca restauró una medida climática clave que calcula el costo del cambio climático en permisos federales llamado costo social del carbono. El precio estimado será de aproximadamente 50 dólares por tonelada de dióxido de carbono, y un grupo de trabajo trabajará para desarrollar un nuevo estimado.
Glick dijo que el costo social del carbono podría ser una forma de medir el impacto climático de los gasoductos.