Las pruebas piloto estarán en todas las cuencas, pero la primera será en Chubut.
El presidente de YPF, Miguel Gutiérrez, anunció que pondrá en marcha tres proyectos piloto con nuevas técnicas de recuperación terciaria con polímeros para sus yacimientos convencionales maduros y en declino de producción. La iniciativa permitirá analizar el comportamiento de los yacimientos en tres cuencas distintas -Neuquina, del Golfo San Jorge y Cuyana- ante la inyección de polímeros.
La Opinión Austral informó que Gutiérrez anunció que los tres programas piloto se realizarán en áreas que la petrolera estatal opera en Chubut, Neuquén y Mendoza. La decisión forma parte del plan quinquenal presentado en 2017 -que prevé inversiones globales por US$ 30.000 millones entre 2018 y 2022-, en el que se mencionó como recursos para el incremento de producción de hidrocarburos al desarrollo de las áreas no convencionales de Vaca Muerta, pero a la vez el rejuvenecimiento de los yacimientos maduros.
“Argentina tiene un tema que atender de sus yacimientos convencionales maduros en declinación, pero que tienen una capacidad de mejora”, explicó Gutiérrez. “Los yacimientos convencionales en declino son muy maduros con más de 50, 70 y 90 años de operación y de ellos se extrae gran cantidad de agua, en algunos casos más del 90%, por lo tanto hay que aplicar nuevas técnicas”, apuntó.
En los últimos tiempos, YPF trabaja en la utilización de polímeros, aunque en otras partes del mundo, según las condiciones geológicas del yacimiento, también hace recuperación terciaria con gas, dióxido de carbono, nitrógeno, productos químicos, reactivos alcalinos y hasta técnicas microbianas. La inversión es elevada y suele justificarse en momentos en que el precio del barril internacional del crudo asegura la rentabilidad y viabilidad.
“Ya estamos aplicando la secundaria en casi todo el país y ahora vamos a hacer una cantidad de pilotos en terciarios con polímeros”, adelantó el ejecutivo de YPF. En principio, dónde se hará el primer experimento piloto será en Chubut. “Hay una serie de condiciones que no todos los pozos cumplen y hay que asegurase de que no sean un riesgo”. Por ello, explicaron que es necesario confirmar que “todos los pozos, independientemente de la configuración que tengan, estén aptos para inyectar”.
En la industria se calcula que a nivel global el 35% en promedio del petróleo original es elaborado en las etapas de producción primaria y secundaria, lo que refleja el potencial del remanente que queda atrapado en yacimientos maduros y que parcialmente podría ser producto de recuperación terciaria.