La producción petrolera en la provincia de Salta cerró el mes de julio con un promedio de apenas 645 metros cúbicos diarios, un volumen que representó una caída del 9,7% en relación con los registros del mismo mes de 2017. En el acumulado de los siete primeros meses, la caída fue del 14,6%.
En el promedio nacional, la producción petrolera subió un 2,2% en julio con 76.869 metros cúbicos diarios, según reporta el diario El Tribuno con datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG). En el cuadro global, fue la quinta variación positiva luego de 31 meses de caída.
En la Cuenca Noroeste, el 90% del crudo se obtiene como condensado de los yacimientos gasíferos. Prácticamente todos, por su madurez, vienen siendo asistidos con compresión para evitar caídas mayores en la producción. Esa asistencia, sin embargo, produce una importante disminución del volumen de líquido aportado.
Por esa razón, la producción de petróleo cae, proporcionalmente, mucho más que la de gas en Salta.
El derrumbe de los yacimientos de San Martín puso a la refinería de Campo Durán en situación crítica. Para poder mantener sus sistemas de procesamiento operativos, la destilería de Refinor necesita contar con al menos 20 millones de metros cúbicos diarios de gas natural.
Hasta hace poco más de una década, el complejo de Aguaray dependía solo de las inyecciones de los pozos del norte salteño, pero éstos le entregan hoy menos de 6 millones de metros cúbicos diarios y la suerte de sus procesos y destilados está atada, fundamentalmente, al gas que se importa desde Bolivia.
En agosto de 2015, el gobierno de Evo Morales inauguró la planta separadora del Gran Chaco en Tarija. Allí empezaron a extraerse los gases licuables (butano y propano) del flujo exportado hacia Argentina. Con este esquema, la refinería del norte empezó a reducir su planta de personal y quedó al borde del abismo.
En materia de gas, la inauguración de la planta separadora de gases de Tarija, en agosto de 2015, dejó a la refinería de Campo Durán en situación más que comprometida. Sin salida, Refinor cerró en julio de 2017 un acuerdo de compraventa de GLP con Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB).