Salta: Las dos universidades salteñas se unen para agregar valor al litio

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Se trata de reconvertir en yeso los desechos producidos tras la extracción del litio de los salares y capacitar sobre ese proceso a los estudiantes de la escuela de educación técnica de San Antonio de los Cobres.

 

En una unión que sienta precedente, investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de Salta (Ucasal) y del Instituto de Beneficio de Minerales que depende de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) se asociaron para llevar adelante un proyecto que dará valor agregado a la industria del litio y podrá beneficiar a las comunidades cercanas a los yacimientos de ese mineral en Salta.

Según informó El Tribuno, se trata de reconvertir en yeso los desechos producidos tras la extracción del litio de los salares y capacitar sobre ese proceso a los estudiantes de la escuela de educación técnica de San Antonio de los Cobres.

El proyecto, que se pondrá en marcha a la brevedad, fue elegido para su financiamiento por el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología de la Nación (bajo el programa de Proyectos Federales de Innovación) y se viabiliza a través de la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de Salta, que fue desde donde se sugirió el trabajo en conjunto entre las dos universidades.

“En el Instituto de Beneficio de Minerales (Inbemi) hace varios años que venimos trabajando con las empresas del medio en lo que es el procesamiento de las salmueras y las mejoras que se pueden realizar a ese proceso. Desde ahí tomamos conocimiento sobre cuáles son los residuos que se van acumulando en la producción de litio y qué es lo que hacen con esos residuos, que en realidad no son peligrosos, pero se acumulan en el salar y a la larga dan mal aspecto, entonces buscamos ver qué se podía hacer con ellos para minimizar ese impacto ambiental desde el punto de vista visual”, explicó a El Tribuno Silvana Valdez, quien es directora del proyecto que pondrá en valor los desechos de la industria del litio. La doctora en Ingeniería es directora normalizadora del Indemi y profesora adjunta en la materia Operaciones Unitarias 1 de la Facultad de Ingeniería de la UNSa.

El codirector del proyecto, Gerardo Tita, aclaró que el residuo que generan las empresas de litio y puede ser aprovechado para reconvertirlo en yeso tiene que ser el que se produce tras el proceso de evaporación convencional de las salmueras. Tita es doctor en Ingeniería, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Ucasal y responsable del laboratorio de Fluidos Supercríticos y docente de la materia Mecánica y Mecanismo de la carrera de Ingeniería Industrial.

“Hay dos grandes grupos de procesos en la producción de litio. Uno es la evaporación convencional de las salmueras y el otro es la extracción selectiva. Con el proceso tradicional se utiliza el encalado, que es ponerle cal a la salmuera y cuando se filtra se produce un barro que tiene magnesio, yeso y un poco de cal apagada”, detalló el especialista.

Uno de los requisitos de la línea de financiamiento de la iniciativa académica es que de la investigación se beneficie una comunidad o una institución específica. En este caso se eligió a la Escuela de Educación Técnica 3.173 de San Antonio de los Cobres.

En el establecimiento se construirá un equipo a escala piloto que permita procesar el residuo de encalado. Allí, el equipo del proyecto capacitará a los docentes y a los alumnos en su uso.

“Creo que se pueden llegar a generar microemprendimientos a partir de este proyecto si los alumnos tienen la capacitación adecuada y la colaboración de las empresas que puedan proveer estos residuos”, señaló la ingeniera Valdez.

Para tener un parámetro del potencial del proyecto, la investigadora señaló que se pueden generar 2,4 toneladas de residuo por cada tonelada de carbonato de litio que produce una minera.

“Los proyectos están en el orden de los 25 mil a 40 mil toneladas de carbonato de litio por año. Eso da una idea sobre cuánto residuo se puede llegar a tratar”, dijo e insistió que ese desecho es considerado por la ley nacional Nº24.051 como residuos no peligrosos por lo que se disponen, de acuerdo a la normativa, en el mismo salar.

EL TRABAJO

El proceso por el cual se obtendrá yeso a partir del residuo de la producción de litio no es complejo.

“Recuperamos ese barro, que es una pasta, y lo suspendemos en agua. Ahí aplicamos CO2 (dióxido de carbono) que es lo que agarrará el magnesio para convertirlo en una forma más soluble que se disuelve en el agua y luego se separa el agua del barro y se obtiene el yeso”, explicó de la manera más coloquial posible Gerardo Tita.

“Es solubilizar el magnesio para sacarlo de la pasta, porque el magnesio nos molesta para las propiedades mecánicas del yeso”, agregó y destacó que esa técnica no utiliza productos contaminantes ni peligrosos.

Dijo que el producto final sería una mezcla de yeso con cal, sobre la que se realizarán pruebas para determinar si puede ser utilizado para la construcción, para moldeo o como yeso agrícola.

“Una vez que termine este proyecto en 12 meses, la idea es presentar otro y seguir trabajando con los residuos y los subproductos del litio para comenzar a trabajar en una economía circular y en vez de que se acumulen los residuos, empezar darle otra utilidad”, resaltó Tita.

Además de Valdez y Tita, el equipo interdisciplinario está integrado por los investigadores Virginia Quintana, Agustina Orce, María Laura Gatto D’Andrea y Lucas Chumacero.

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