Nigeria, uno de los principales productores de petróleo del mundo, tiene queroseno de aviación para algunos días de esta semana, según avisaron las propias aerolíneas. Allen Onyema, director general de Air Peace y vicepresidente de la asociación que agrupa a las compañías aéreas, dijo en el Parlamento nigeriano que “tengo el mandato de cada aerolínea de este país de anunciaros que, a menos que ocurra algo inesperado, nos queda combustible de aviación para apenas tres días. Esta no es una amenaza, es un hecho.”

Esto ocurre pese a que, en este mes de marzo, el coste del combustible JetA1, de aviación, sobrepasó las 600 unidades de la moneda nigeriana, cuando hace un año su valor por litro era de 180 y el mes pasado de 400.

Onyema explicó que las aerolíneas desean un permiso para poder importar el combustible de fuera del país, igual que importan los aviones. El director de la petrolera estatal aseguró que podía aceptarse que las aerolíneas importen el combustible.

No obstante, como suele ocurrir en Nigeria, las cosas no son tan simples. Los suministradores de combustible de aviación anunciaron hace unos días que no pondrían combustible a las aerolíneas si estas no lo pagaban antes de ser servido. Aducen que cobrarles se ha convertido en una aventura imposible.

Mientras tanto, las cancelaciones de vuelos, debidas a la falta de combustible, son una ocurrencia diaria en los aeropuertos. Porque, aunque Nigeria es un país productor, en estos momentos están importando el cien por ciento del consumo. Encima, los precios al público siempre fueron bajos, para que al menos los nigerianos vieran algún beneficio de ser un país productor. Pero ahora los precios se mantienen, obligando al gobierno a unos fuertes subsidios sobre el combustible, que están arruinando las finanzas públicas.