Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE acordaron tras tensas negociaciones, permitir “compras conjuntas voluntarias de gas, gas licuado e hidrógeno”, dice la declaración final de la cumbre de la Comisión Europea.

La Comisión Europea (CE) ha propuesto medidas para garantizar la seguridad del suministro energético a la UE en el contexto de la guerra de Rusia contra Ucrania y la crisis energética que comenzó en 2021. Se trata, en particular, de las compras generales de gas y de la obligación de llenar los almacenamientos subterráneos de gas (UGS). Estas propuestas fueron aprobadas en una reunión de la Comisión Europea la semana pasada.

El documento establece que los estados miembros de la UE y la Comisión Europea deben promover “urgentemente” las compras conjuntas en vista del próximo invierno. Tal modelo también debería ser útil para los países de los Balcanes Occidentales y los “socios orientales asociados” de la UE, es decir, Ucrania, Georgia y Moldavia”.

El canciller alemán, Olaf Scholz, calificó los resultados de la cumbre como “muy buenos”. Según él, estamos hablando de “cooperación voluntaria en la compra de gas”. El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó las compras generales como “la mejor herramienta para reducir los precios” del gas: la UE, como comprador importante, podrá acordar un precio más bajo. Esto ayudará a evitar la competencia entre diferentes países de la UE por los mismos volúmenes de gas, lo que se traducirá en suministros más caros.

Se crea un fondo de solidaridad con Ucrania

Para apoyar a Ucrania, la UE decidió en la cumbre crear un fondo de “solidaridad”; para este propósito, se debe convocar una conferencia internacional de donantes. Además, los europeos quieren duplicar la ayuda militar al país, hasta los 1.000 millones de euros.

Al mismo tiempo, la cumbre pidió a Rusia que acepte un cese al fuego, retire todas las tropas de Ucrania y “detenga de inmediato los crímenes de guerra”. Según el canciller Scholz, advirtió al presidente ruso Vladimir Putin contra el uso de armas nucleares, biológicas y químicas.

La cumbre de la UE también aprobó una nueva estrategia de seguridad, que prevé la creación de una fuerza de reacción rápida de hasta 5.000 soldados a partir de 2025.