El parque abrió especialmente sus puertas por los 40 años del inicio de la Guerra de Malvinas. La programación incluyó homenajes, muestras, ferias, charlas, propuestas para infancias y un cierre musical a cargo de David Lebón, con el recital “Nos veremos otra vez”.
El Ministro de Cultura, Tristán Bauer expresó “Hoy, 2 de abril, es un día de profunda emoción donde conmemoramos y homenajeamos a aquellos que lucharon, que entregaron su vida, que quedaron en las Islas o volvieron y que, en una primera etapa de desmalvinización, fueron olvidados a pesar de todo lo que le debemos. Hoy es un día de recuerdo y recordar es volver a pasar por el corazón. Ahí están nuestros héroes y sus familias. Es también una jornada de reivindicación de nuestra soberanía, un día para honrar el mandato que tenemos en nuestra Constitución, trabajar y luchar por nuestra soberanía. Como lo reiteró hoy nuestro presidente: las Malvinas fueron, son y serán argentinas”.
“Vamos a seguir trabajando desde la paz, por la paz y para la paz. Como dice Atahualpa Yupanqui ‘en nosotros, nuestros muertos, para que nadie quede atrás’. Estamos seguros que en esa lucha contra el colonialismo, y de la mano de América Latina, el pueblo argentino unido avanzará en su derecho soberano sobre las Islas”, enfatizó Bauer.
Desde las 14 h y hasta las 20h familias enteras recorrieron el Predio Ferial que presentó muestras sobre la historia de las Islas Malvinas con materiales cedidos por el Museo Malvinas y Télam, entre otras instituciones, que incluyó desde su flora y su fauna hasta los principales hitos y acontecimientos en la lucha por el reconocimiento de la soberanía argentina. En el Auditorio Orgullo Nacional el público pudo visitar un memorial en homenaje a los hombres y mujeres que formaron parte del conflicto bélico de 1982, a los caídos, a sus familiares y a las y los ex combatientes. Uno de ellos fue Oscar Alberto Benicio, mecánico de la Fuerza Aérea, que con su chomba de ex combatiente recorría el parque con su hijo Matías y su nieto, Mateo, de tan solo dos años. “Traje a mi nieto porque para mi Malvinas es un sentimiento. Quiero que mi nieto ya vaya palpando el sentimiento de lo que es la patria”, dijo Benicio mientras recorría la muestra de fotos con imágenes de los bombarderos que él mismo reparaba en las bases de Trelew y Río Gallegos.