Muy lejos parece haber quedado aquel 2014 cuando el boom de Vaca Muerta armó una suerte de festival de equipos en la cuenca Neuquina. Sólo Loma Campana, el principal campo no convencional del país, contaba con 20 torres de perforación. Actualmente el área, operada por YPF en sociedad con Chevron, cuenta con solo dos y anunció un tercer equipo para el año próximo.
DISEÑOS
Además de la crisis internacional de precios y el cambio de gobierno, que sirvieron para poner en stand by muchos de los desarrollos, el cambio de los diseños de pozos a perforaciones horizontales también impactó sobre el parque instrumental de la industria.
La cuenta parece sencilla: menos pozos pero más metros perforados. Sin embargo la ecuación encierra otras variables. Por ejemplo las estadísticas parciales de 2017 indican que también las longitudes alcanzadas cayeron en relación al año anterior. Las perforaciones en explotación cayeron un 28% y los metros recorridos en el subsuelo de la provincia también retrocedieron un 15,4%.
También hay una explicación; la roca generadora es muy productiva y por ello los desarrollos consiguieron dar en el punto para sostener niveles de producción con menos cantidad de pozos y metros recorridos.
Sin embargo hay dos planteos que recorren la industria de los no convencionales. Por un lado si el número de pozos proyectados podrá sostener la producción. El shale necesita de un modelo intensivo de explotación para poder mantener los niveles de hidrocarburos. Y, por otro lado, la disponibilidad técnica en el país para avanzar hacia los nuevos diseños horizontales que buscan romper la barrera de los 3.000 metros de rama lateral.
HAY 32 TORRES ACTIVAS
En la cuenca Neuquina, si bien sufrió la crisis que atraviesa desde hace un par de años el sector, los impactos apenas fueron esquirlas comparado con otras zonas hidrocarburíferas del país. De todos modos los últimos cálculos oficiales muestran algunos destellos de despegue para la actividad.
Según los últimos datos del Ministerio de Energía de Neuquén, se registraron 32 torres de perforación en actividad. Esa situación empata lo que ocurría a mediados de 2016 y significa un aumento para el sector de 9 equipos si se lo compara con febrero de 2017, mes que tuvo el menor nivel de actividad de los últimos tiempos.
Todo el parque petrolero de la cuenca Neuquina sumó 83 dotaciones: 32 equipos de perforación, 22 de pulling, 16 de workover y 13 coiled tubing y otros. Si se lo compara con la primera mitad de 2016 se observa que el número cayó 12 unidades. Sin embargo si el foco se lo pone contra enero de este año, la cantidad de “fierros” subió nueve escalones.
REPUNTE
El repunte de la actividad está atado, centralmente, a la continuidad que YPF le dio a sus proyectos no convencionales con la ampliación de planes piloto y la marcha en las áreas con desarrollo. Pero también el desembarco de Tecpetrol, la petrolera de Techint, marcó la diferencia ya que desde hace algunos meses tiene cinco equipos de perforación funcionando en el área Fortín de Piedra, donde planifica un megaproyecto de gas.
De todos modos los números aún están lejos de los que se conocieron con el boom de Vaca Muerta en 2014. Durante ese año el dato total de equipos en la cuenca Neuquina duplicaba al actual. Por aquellos días el sol patagónico caía sobre unas 160 dotaciones. Los tiempos cambiaron y ahora se sueña con alguna vez recuperar ese nivel de actividad.
TECNOLOGÍA
En el análisis yacimiento adentro se reconoce además que existió en recambio tecnológico. Lo que inicialmente fue una novedad, los equipos “caminantes” (walking rigs), ahora casi son excluyentes para los proyectos no convencionales que concentran la actividad de exploración y producción en la provincia.
Un alto ejecutivo de una de las principales operadoras apuntó que la tecnología disponible en el país para los proyectos no convencionales, perforaciones horizontales, ya son un cuello de botella pensando en el futuro inmediato.
El empresario reseñó que en Argentina sólo hay nueve sets de fractura y si, como es usual en las áreas no convencionales, cada uno realiza tres fracturas por día, el parque disponible total permitiría completar un pozo diario: es decir 365 pozos horizontales al año. Un total alcanzable, para perforaciones de 2.000 metros y 27 etapas de fractura, en un plano hipotético en el que no haya interrupciones ni imprevistos.
Algo similar ocurre con los equipos que pueden soportar las perforaciones modelo de Vaca Muerta (2.000 metros de rama lateral). Hay disponibles ocho torres en todo el país y sólo dos de ellas permitirían perforar hasta los 3.000 metros, algo que ya ensayan al menos dos operadoras.
Incluso para los nuevos pozos, de tres kilómetros horizontales, se necesitan cabezales de al menos 15.000 PSI, de los que hay uno solo en el territorio nacional. Lo mismo ocurre con los equipos de Coiled Tubing para esas perforaciones extra largas: existe uno solo en disponibilidad.
DESARROLLOS
Este año, el vicepresidente Ejecutivo de Upstream de YPF, Pablo Bizzotto, reconoció esta situación y detalló que los desarrollos de la petrolera nacional en los no convencionales neuquinos (que representan casi el 90% del total) obligó a las empresas internacionales de servicios a realizar inversiones por más de 2.800 millones de dólares para equiparse. Y agregó que se necesitará más que eso si se buscan alcanzar los volúmenes de producción trazados.
Si los pronósticos que se esperan para 2019 se cumplen, el desembarco de nuevas inversiones multiplicará la actividad que se registró en los últimos cuatro años. Esto servirá, entre otros aspectos, para ampliar el parque actual de equipos lo que redundará en mejorar los costos de los alquileres debido a la mayor disponibilidad, algo que hoy representa cerca del 50% del costo de las perforaciones.