Los esfuerzos de la administración de Biden se producen cuando el precio promedio de un galón de gasolina regular sin plomo se situó en un récord de US$4,60 el miércoles, justo cuando está por comenzar la temporada de conducción de verano. En California, los precios superan los US$6 por galón.
Funcionarios, incluidos miembros del Consejo Económico Nacional, se pusieron en contacto con representantes de la industria para informarse sobre la posibilidad de reiniciar las refinerías cerradas anteriormente en el último intento de controlar los precios minoristas del combustible.
Los precios de la gasolina regular alcanzaron un máximo de $4,60 por galón el jueves frente a $4,589 por galón hace una semana y $3,035 por galón hace un año.
Desde el comienzo de la pandemia hace dos años, se cerraron refinerías con una capacidad combinada de más de 1 millón de bpd, informó Bloomberg. A nivel mundial, unos 2,13 millones de bpd en capacidad de refinación desde 2020.
Además del cierre de las refinerías, al menos dos se convertirán en instalaciones de producción de biocombustibles, lo que reducirá aún más la capacidad de refinación disponible en el mayor consumidor de petróleo del mundo.
La escasez de capacidad de refinación surgió como una de las razones, además de los altos precios del crudo, de la actual crisis del precio del combustible que hizo que la administración Biden luche por encontrar soluciones meses antes de las elecciones de mitad de mandato.
Entre los pasos tomados hasta el momento se encuentran una liberación de petróleo de 50 millones de barriles de la reserva estratégica de petróleo en noviembre pasado y el anuncio de otro masivo de 180 millones de barriles, que tendrá lugar en seis meses.
Además, el Departamento de Energía se acercó a la industria para pedirles a las empresas que impulsen la producción de petróleo. Pero si bien la producción está creciendo, lo está haciendo mucho más lentamente de lo que debería para compensar la escasez de oferta. Las exportaciones también están creciendo, lo que contribuye a la falta de suministro interno, especialmente en destilados medios.
Esto genera temores de escasez debido a la fuerte demanda constante a medida que la economía y el gasto de los consumidores se recuperaron después de la pandemia.
“Están en una situación política muy difícil”, dijo Mike Sommers, presidente del Instituto Americano del Petróleo, están buscando todas las opciones que hay”, concluyó.