El petróleo subió el viernes y se encaminaba a otra ganancia semanal respaldada por la sólida demanda de combustible en Estados Unidos, aunque las nuevas alertas de COVID-19 en Shanghái y Beijing frenaron las ganancias.

El crudo Brent subió 98 centavos, o un 0,8%, a 124,05 dólares el barril a las 1153 GMT y el crudo West Texas Intermediate de EE. UU. subió 82 centavos, o un 0,7%, a 122,33 dólares el barril.

Con los precios en general subiendo en los últimos dos meses, el Brent estaba en camino de una cuarta ganancia semanal consecutiva y el WTI estaba listo para una séptima subida semanal consecutiva.

“La temporada de conducción de verano en los EE. UU. está experimentando aumentos récord en el consumo de gasolina y diésel”, dijeron analistas de Fitch Solutions.

La demanda máxima de combustible de verano en los Estados Unidos ha llevado la gasolina a casi $5 por galón.

Los precios del petróleo también se vieron respaldados por los temores de una posible interrupción del suministro en Europa y África.

La producción de petróleo de Noruega podría reducirse si los trabajadores se declaran en huelga el domingo, dijo la Asociación Noruega de Petróleo y Gas (NOG).

Unos 845 de los aproximadamente 7500 empleados en plataformas marinas planean hacer huelga a partir del 12 de junio si fracasan las negociaciones salariales anuales con los empleadores.

La producción de petróleo en el campo Sarir de Libia también se redujo después de que se cerraron los puertos de Ras Lanuf y Es Sider y cuando un grupo amenazó con cerrar el puerto de Hariga, dijeron dos ingenieros petroleros en el campo.

La perspectiva de llegar a un acuerdo nuclear con Irán y el levantamiento de las sanciones de EE. UU. al sector energético iraní también parecía estar retrocediendo, apoyando el repunte del petróleo.