Neuquén concentra cerca del 50% de la producción de gas del país. Sin embargo de la mano de los no convencionales y las políticas de incentivo al desarrollo de Vaca Muerta podría ampliar, en el corto tiempo, su participación en la extracción de este hidrocarburo. Actualmente, el 40% del gas neuquino es tight o shale y de los últimos ocho anuncios de inversión, seis se volcaron al gas.
El gobernador Omar Gutiérrez tiene una cuenta personal. Cree que a fines de 2018 la provincia pasará de unos 55 millones de metros cúbicos diarios a 70 millones con la puesta en marcha de cuatro de los anuncios realizados. Incluso de la convergencia del consumo estacional de gas en el país y el aumento productivo de los últimos años, en la industria se considera que este verano ya habrá sobrantes del fluido en el país.
CHILE
Con esa cuenta en danza, los gobiernos de Argentina y Chile avanzan en la reactivación del intercambio de gas entre los países. Para Gutiérrez el gas de Vaca Muerta estará en los caños chilenos en los últimos meses del año próximo. Ya se instrumentaron reuniones en el marco del Encuentro Argentino Chileno sobre Integración Energética. De ambos lados se trabaja ya en flexibilizar las condiciones aduaneras para implementar, en primera instancia, un swap que serviría para enviar gas en verano y compensarlo en los meses más fríos del año.
Pero, pese al optimismo neuquino, desde el lado chileno todavía hay dudas. Aún quedan las marcas por el desplante que hace 10 años significó, tras la pérdida del autoabastecimiento, la suspensión de los envíos de gas desde las cuencas argentinas. Esta situación obligó al vecino país a instalar plantas de regasificación para importar GNL a través de barcos. En el esquema trasandino ya no se piensa en depender exclusivamente del fluido argentino e incluso se animan a pensar como traders de la producción nacional para utilizar sus instalaciones y sacar el gas hacia el mundo.
Pero, ¿qué permite imaginar un cambio en el esquema de importaciones que arrastra el país hace ya casi una década?
En principio, la productividad de los no convencionales neuquinos. Pero también la extensión de lo que coloquialmente se conoce como el subsidio a los precios del gas. La resolución 46 del Ministerio de Energía, que aún no tiene beneficiarios, compromete un seguro de precios entre el 1 de enero de 2018 y el 31 de diciembre de 2021 para las nuevas inversiones no convencionales.
La seguridad de un valor, entre 7,5 y 6 dólares, destapó una nueva ola de inversiones en la cuenca Neuquina. Las compañías además entendieron que era la oportunidad de poner en marcha proyectos ya estudiados bajo el paraguas de una nueva concesión no convencional de 35 años y un seguro de precios que repague en los primeros cuatro años una gran porción de las inversiones iniciales.
INVENTARIO
Los seis proyectos con nuevas inversiones no convencionales se sumarán a bloques como Loma Campana, El Orejano, Lindero Atravesado y el maduro Loma La Lata, que apuntalan la producción gasífera de la cuenca.
La lista se compone así: Fortín de Piedra (Tecpetrol), Agua del Cajón (Capex), Centenario Centro (Pluspetrol), la división de Aguada Pichana (Total, YPF, PAE y Wintershall), Rincón del Mangrullo (YPF) y Los Toldos Sur 1 (Exxon). A la nómina se podría sumar Pampa Energía con El Mangrullo y Sierra Chata.
En la cuenta oficial, los 15 millones de metros cúbicos diarios que sumará la provincia llegarán desde Fortín de Piedra (8 MMm3d), Aguada Pichana Este (4 MMm3d), Rincón del Mangrullo (2 MMm3d) y Los Toldos Sur 1 (1 Mmm3d). De cumplirse esa proyección, la provincia verá crecer la extracción un 30% en un plazo de 18 meses.
Sin embargo, las expectativas en el corto plazo van más allá de los pronósticos para 2018. En la industria hay coincidencias en señalar al periodo 2019-2020 como el salto productivo para los no convencionales. Tanto el tight, que hoy domina la producción de gas, como el shale verán su punto máximo en la corta historia de lo que se engloba detrás de la marca Vaca Muerta.
La apuesta es que de las 25 concesiones no convencionales que ya entregó el Estado neuquino, unas 10 —es decir el 40%— pasen a etapa masiva de desarrollo. Actualmente sólo hay tres: Loma Campana, El Orejano y Lindero Atravesado.
90 MILLONES
Por eso, el cálculo no oficial de los técnicos del gobierno neuquino es que la producción gasífera pase de los actuales 55 millones de metros cúbicos diarios a cerca de 90 millones de metros cúbicos diarios en el mediano plazo. Claro que para hacer realidad esa cifra debería existir un camino sin inconvenientes donde los compromisos, principalmente de precios, se cumplan. Además de necesitar una apuesta en el desarrollo de infraestructura de transporte casi tan millonaria como la que asoma para la producción.
Los caños neuquinos todavía guardan capacidad para sacar la producción gasífera. Según estimaciones privadas, el remanente en el Neuba II no supera los 15 millones de metros cúbicos diarios. Es decir que las promesas del gas necesitan de un apuntalamiento paralelo en obras para evacuar la producción hasta los centros de consumo.
El país importa alrededor de 25 millones de metros cúbicos de gas por día. Lo que parecía un escollo difícil de superar, parece tener una solución a la vuelta de la esquina. Sin embargo, como suele repetir un alto ejecutivo de la industria: utilizar el desarrollo de Vaca Muerta sólo para reemplazar la importación o llevar los excedentes a los países limítrofes sería un objetivo de bajas expectativas.