El ducto, que podría inyectar hasta 18 mil metros cúbicos de crudo a la refinería de ENAP en Biobío, podría aportar el 30% de su demanda. Su reactivación llegaría tras 16 años paralizado.

La Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) de Chile informó que el Oleoducto Trasandino, que conecta los yacimientos petrolíferos argentinos de la provincia de Neuquén, con la refinería Biobío de ENAP, situada en el centro sur chileno, en agosto iniciará la última fase de rehabilitación del Oleoducto Transandino. Permitirá el envío de gas natural desde Neuquén hasta la Región del Biobío, con miras a su reapertura durante el primer trimestre de 2023.

El ducto tiene 425 kilómetros de extensión y pertenece a una alianza entre ENAP, YPF y Chevron, que invierten 13 millones de dólares en la reposición de la instalación, inactiva desde 2006.

ENAP explicó que el ducto continúa su proceso de revisión iniciado a finales de 2021, dado el repunte en los últimos años del yacimiento de petróleo argentino Vaca Muerta.

Con esto, la empresa señaló que el yacimiento del país vecino “se convirtió en un valioso objetivo estratégico para el traslado de crudo hacia el Pacífico”, por lo que el interés está puesto en reanudar su funcionamiento lo antes posible.

De acuerdo con la entidad, la formación Vaca Negra posee un gran potencial energético, dado que es la segunda cantera del mundo en el recurso de gas y la cuarta en petróleo.

Por ello, se ubican en esa zona más de 30 empresas locales e internacionales que trabajan su explotación.

Los gobiernos chileno y argentino anunciaron en 2019 un proyecto para poner en marcha el oleoducto y reanudar las exportaciones de petróleo a Chile, con lo que ENAP espera satisfacer cerca del 30 por ciento de su demanda.

Sin embargo, la llegada de la pandemia del nuevo coronavirus y la falta de recursos obligó a posponer los trabajos. El gasoducto se extiende por 425 kilómetros a través de la cordillera de Los Andes y su habilitación significó una inversión de 13 millones de dólares.