Del entramado de empresas neuquinas, casi todas están dentro del segmento pyme, las vinculadas al sector hidrocarburífero crecieron y se multiplicaron a toda velocidad en épocas de buen precio petrolero, pero el freno brusco les dio un sacudón y tras años de crisis cuesta recuperarse. Ahora, tras el cambio de gobierno nacional, se reacomodan y esperan por el lento derrame de las nuevas inversiones en Vaca Muerta.
Cristian Bergese, presidente de la Cámara Empresarial Industrial Petrolera y Afines (CEIPA) explicó que en las pymes de la provincia el panorama es complicado y complejo. Las empresas adheridas a la CEIPA son pymes de bienes y servicios y el escenario actual los encuentra en una posición muy alarmante.
“Como es de conocimiento público, los anuncios de inversiones por parte de las grandes operadoras, aún no se hacen sentir y el panorama es muy desalentador para las pymes. Si bien buscamos mantener el optimismo, la realidad nos demuestra lo contrario”, dijo Bergese.
Ante este panorama, tienen algunas demandas. Habitualmente, las mesas de diálogo de la industria congregan a operadoras, gobiernos, sindicatos y dejan de lado a las pymes, cuando son las que mayormente reciben el impacto de los acuerdos. Es por eso que sostienen que una prioridad para el sector está marcada por el reclamo ante las autoridades provinciales y nacionales para conseguir un espacio donde canalizar los intereses del segmento.
Desde CEIPA afirman que pelean por eso, para que sea justo, porque sus objetivos son acompañar y apoyar a las empresas del sector y velar por sus intereses, pero reconocen que no logran avanzar en esto con la celeridad que les gustaría.
“Todavía no hemos podido lograr ocupar ese espacio, vale destacar el apoyo del gobierno provincial, pero las decisiones se siguen tomando en Buenos Aires y las grandes empresas operadoras, junto con las grandes empresas de servicios más los sindicatos y el gobierno nacional, siempre terminan por decidir nuestro futuro”, dijo Bergese.
EN ALZA Y EN PICADA
Neuquén es una de las provincias en las que el nivel de facturación de sus pymes servía de ejemplo al país. Del 2013 a 2014 el crecimiento fue del 54% y del 2014 al 2015 casi del 43%. La baja en el petróleo tuvo un impacto directo por caída de contratos, otras quedaron muy lastimadas por la demora en los plazos de pagos. Hay pymes que vivían de un solo contrato y otras que tienen varias empresas pero en todas el amesetamiento se sintió con fuerza.
Desde organismos de vinculación directa, como el Centro Pyme en Neuquén, se brindaron capacitaciones para transitar estos momentos de crisis durante el año.
Jonatan Loidi, director de la consultora Set Consulting comentó en una de esas charlas: “Acá están muy afectados por el tema del petróleo. Para no caer deben diversificar, no estar atados a un commodity, ni a un solo cliente y hay que empezar a invertir, arriesgar con un plan. Esto es importante, porque los empresarios pymes se mueven por corazonadas. Además es bueno tomar decisiones de manera asociativa”, recomendó.
Según estadísticas del Centro Pyme, son entre 300 y 400 empresas las que componen la cadena de valor en la provincia y que apuesta a aportar la capacidad técnica y el know how para desarrollar satisfactoriamente las tareas que demandará la puesta en marcha de Vaca Muerta. Hoy en día una de las principales limitaciones que enfrentan se encuentra ligada al financiamiento, tanto de bienes de capital, como de capital de trabajo.
“Sin lugar a dudas, la falta de crédito y medios de financiación son un gran dolor de cabeza para las empresas. Sobre todo en momentos de crisis, donde el trabajo no abunda, los contratos son a corto plazo, el aumento de tarifas hace que las empresas se sientan acorraladas; por ende sus bienes de capital y el capital del trabajo se ven afectados”, dijo Bergese.
En este sentido, y desde la mirada estatal, Juan Pablo Morgentaler, responsable del área de Asesoría Financiera del Centro PyME Adeneu, indicó que existe una cartera de créditos con tasas subsidiadas para el fomento a las pymes en un momento en el que el mercado dibuja esta creciente necesidad de financiamiento.
“Hay mucha necesidad al nivel de capital de trabajo, de corto plazo, sobre todo por temas de descalces financieros. En determinados sectores como el de servicios o industria se necesita inversión en maquinarias, herramientas y se busca generar la mayor oferta crediticia posible, que considere los distintos perfiles”, dijo Morgentaler.
Las pequeñas empresas siempre se manejaron con la Biblia del pequeño empresario, que tiene como mandamiento principal no endeudarse. Por eso, desde el Centro Pyme se busca orientarlos para que aprendan a usar las herramientas de financiación a tasas razonables. “Hay unas 30 Pymes que el año pasado se sumaron al mercado de capitales, no sabían lo que era y hoy están descontando cheques en la bolsa”, contó Morgentaler.
También desde la Provincia se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Producción y Turismo y el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para poner a disposición de los pequeños y medianos empresarios neuquinos cien millones de pesos en créditos con tasas subsidiadas por Provincia y Nación. Actualmente hay 21 líneas de la banca pública, privada, nacionales y provinciales que intentan apuntalar al sector.