Alberta, la provincia de petróleo y gas más grande de Canadá, ahora espera un superávit de $ 10 mil millones este año fiscal, más del doble de lo que se había previsto originalmente. Esta afluencia de dinero, en gran parte debido a los altos precios del petróleo y el gas, significa que el gobierno ahora puede volver a indexar los impuestos sobre la renta.
Los precios más altos del petróleo y el gas conducirán a un superávit de unos $ 10 mil millones (C $ 13,2 mil millones) para Alberta este año fiscal, dijo el primer ministro Jason Kenney esta semana.
Cuando se presentó el presupuesto para el año en febrero, se esperaba que el superávit para el año fuera menos de la mitad de eso, en $ 391 millones (C $ 511 millones).
Gracias a ese superávit, dijo el primer ministro de Alberta en un video, el gobierno provincial volverá a indexar los impuestos sobre la renta. Afirma que la persona promedio en Alberta vería un beneficio de $ 300 de esa reindexación.
“Reconociendo que nuestras finanzas han vuelto a estar en orden, ahora podemos restaurar la indexación completa del sistema de impuesto sobre la renta personal provincial de Alberta efectivo… (al) comienzo de este año fiscal”, dijo Kenney, citado por el Edmonton Journal.
Al igual que otros grandes productores de petróleo y gas, Canadá ha estado en el extremo receptor de mayores ingresos provocados por la fuerte demanda de combustibles fósiles y la escasez de oferta.
A pesar de las ambiciones de transición del gobierno federal, la energía ha seguido siendo un contribuyente importante al PIB y, sorprendentemente, la industria está disfrutando de un apoyo creciente del público, según una encuesta reciente .
Mientras tanto, el gobierno está considerando exportar GNL a Europa, aunque tanto Trudeau como su ministro de recursos naturales, Jonathan Wilkinson, han señalado que estaban mucho más entusiasmados con las exportaciones de hidrógeno que con el GNL.
Durante la reciente visita del canciller alemán Olaf Scholz a Ottawa, Trudeau dijo que Canadá estudiaría la viabilidad de las exportaciones directas de gas a Europa desde la costa oeste de Canadá y dijo que “haremos lo que podamos para contribuir al suministro mundial de energía”.
Al mismo tiempo, el primer ministro canadiense se aseguró de reiterar la dedicación de su gobierno a la transición energética.
Canadá “busca a mediano plazo expandir alguna infraestructura, pero de una manera que alcance el objetivo a mediano y largo plazo de acelerar la transición no solo del petróleo y el gas rusos, sino también de nuestra dependencia global de los combustibles fósiles debido a los impactos del cambio climático”, dijo Trudeau.