Sergio Massa realza la definición pendiente para aplicar alguna medicina oficial a los salarios más bajos del sector registrado. En los bloques gremiales que reclaman una suma fija para apuntalar las paritarias confían en que tendrán novedades en breve, luego de haber dialogado con el funcionario antes de su gira. Mientras que en la CGT quienes propician la “salud paritaria” mantienen postura sólo a favor de la discusión colectiva de convenios.
El último encuentro de Massa con sindicatos, antes de su viaje, fue con la comitiva del Frente Sindical (Fresimona) y su referente Pablo Moyano. Allí guardan esperanzas de novedades. “Nos dijo que hablaríamos del tema a su regreso”, resumió una fuente moyanista a BAE Negocios. En el mismo tenor en el núcleo dialoguista dominante de Azopardo habían expresado que las definiciones pendientes del Gobierno sobre salarios no serían antes del viaje ministerial. Esos referentes también hablaron con Massa sobre el mismo temario.
Para completar el escenario urgente hay dirigentes de diversos bloques que asumen lo impostergable de decisiones al respecto y lo coronan con una mirada gráfica: “De no ser este un gobierno peronista estaríamos bramando contra lo que es un ajuste”.
Sobre la mesa tendida por el Gobierno para empresarios y gremialistas, anunciada por el ministro de Economía el día de su asunción y no concretada, los economistas que asesoran a sindicatos como también centros de investigación, tal el caso de Cifra de la CTA de los Trabajadores, aportan datos duros para la urgencia de un DNU que establezca mejoras salariales.
Trabajo y pobreza
La madre de todas las premuras está en la falta de equilibrio de la distribución de los ingresos. En efecto, entre 2016 y 2021, incluida la pandemia, los trabajadores perdieron U$S 70.000 millones en 5 años. En tanto los empresarios aumentaron su porción en el reparto de la torta en 7 puntos. La contracara fue la caída de la participación del salario de los trabajadores en valor de 9 puntos, refrendó un paper de Cifra.
Sobre dicho trazo el kirchnerismo y asociados reclamaron y reclaman: “suma fija ya”. El textual más potente de esa gama tuvo lugar semanas atrás cuando, al encabezar un plenario de delegados en la UOM Avellaneda, el diputado nacional Máximo Kirchner repasó los balances del grupo Techint y fue categórico: “Muchachos, no les cuesta nada darles 30 lucas a los compañeros y compañeras”.
Para la franja que mencionó Massa a la hora de vislumbrar su plan a corto plazo, los datos duros indican que hay 3.600.000 de personas del sector registrado con ingresos entre $70.000 y $160.000, además de 583.000 cuentapropistas dentro del mismo rango, como reveló la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Para el economista Pablo Ferrari (Undav-UBA) el escenario actual para definir medidas concretas se basa en urgencias salariales bajo inflación intensa y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo entre otros vectores. “Es el caso del Salario Mínimo Vital y Móvil que desde este mes es de $51.200 como también que la Canasta Básica Total en julio fue de $36.018,63”.