Si el expresidente Lula da Silva gana el balotaje, tendrá sólo nueve senadores propios, frente a una contundente mayoría de la derecha. Bolsonaro ganó también en Diputados.

Las elecciones de Brasil dejaron una de las configuraciones del Congreso más conservadoras desde que el país salió de la dictadura, a finales de la década de los ‘80.

La preocupación no abarca solamente a los seguidores de Lula da Silva, sino también a las principales instituciones del país vecinos.

Consciente de ello, el Tribunal Supremo hizo saber al presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, la importancia de su posición, ya que la cámara, ahora repleta de socios de Jair Bolsonaro, es la única en la que pueden presentarse procesos de destitución de sus jueces.

BRASIL: MAYORÍA BOLSONARISTA
De los 27 escaños del Senado que estaban en juego este domingo, son 14 los que fueron a parar para algunos ilustres viejos socios del presidente Bolsonaro. Son los casos, por ejemplo, del exvicepresidente Hamilton Mourão y de los exministros Rogério Marinho, Marcos Pontes, Tereza Cristina y Damares Alves.

La ristra la completan otros antiguos miembros de su gobierno, como Jorge Seif o aliados reconocidos como Cleiton De Azevedo, el exfutbolista Romário de Souza, Magno Malta, Wilder Morais, Wellington Fagundes, Jaime Bagattoli, Hiran Gonçalves y Maria Rezentede, conocida como profesora Dorinha.

A todos ellos se suma el resto de socios del presidente brasileño que han logrado la reelección, como Carlos Portinho, Carlos Viana, su hijo Flávio Bolsonaro, Jorginho Mello, Marcos Rogério y Zequinha Marinho.

Varios son los magistrados del Supremo que le han conminado a Pacheco a reforzar su posición en defensa de la democracia, una vez conocidos los ataques a las instituciones, incluidos sobre esa Corte, que suelen proferir Bolsonaro y los suyos, quienes el año pasado hicieron campaña para llevar a cabo un proceso de impeachment contra el juez Alexandre de Moraes, sofocado rápidamente por Pacheco.

Señalan que este nuevo escenario, uno de los más conservadores de las últimas décadas, obligará a Pacheco a adoptar una posición más firme y contundente contra los puntos más extremos de la agenda del gobierno, en la que se recoge desde el negacionismo científico hasta el radicalismo religioso, por lo que existe el temor de posibles retrocesos en materias como educación, salud, medioambiente y seguridad, señala el diario O Globo.

El Partido Liberal (PL) de Bolsonaro será la fuerza política con mayor presencia en el Congreso.

TAMBIÉN EN DIPUTADOS
El Senado estará formado por completo por formaciones que van desde una derecha más moderada, como el Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y el Partido Social Democrático (PSD), con 10 escaños cada uno, hasta la ultraderecha del PL, Unión Brasil y Progresistas, entre otros, con 13, 12 y siete asientos, respectivamente.

La izquierda estará representada en mayor medida por el Partido de los Trabajadores (PT), con solamente nueve escaños, así como por otra serie de formaciones con representación muy exigua como Rede o los socialistas brasileños.

Además, la formación que lidera Bolsonaro será la primera minoría en la Cámara de Diputados, por delante de las fuerzas que apoyan a Lula da Silva, según los resultados preliminares conocidos este lunes.

Los partidos conservadores y de centroderecha sumaron alrededor de 273 diputados, mientras que las formaciones vinculadas a la izquierda lograron alrededor de 138 escaños, lo que hará cuesta arriba un eventual gobierno de Lula si el exsindicalista consigue vencer en la segunda vuelta de las presidenciales.

SUBIÓ LA BOLSA
El índice brasileño Bovespa se revalorizó este lunes más del cuatro por ciento, después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Los mercados valoraron que a Lula, si gana, le será difícil realizar reformas drásticas debido a la conformación futura del Congreso.