El presidente de la Corte Suprema y, al mismo tiempo, del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, tomó juramento a los nuevos integrantes del órgano judicial en representación del estamento de la Cámara de Diputados.

Se trata de los oficialistas Vanesa Siley y Rodolfo Tailhade, de Álvaro González, por el PRO y de Roxana Reyes, por la UCR.

Esta última juró en el cargo pese a un fallo judicial de primera instancia que anuló su designación y que está apelado ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal.

A raíz de ello, los legisladores del Frente de Todos cuestionaron a la Corte Suprema y  juraron “bajo reserva”.

En una carta a Rosatti, consideraron que tomarle juramento a los otros consejeros “vulnera atribuciones privativas de la Cámara de Diputados y desoye lo resuelto por un juez en una causa objeto de su competencia”.

Y es que la semana pasada, la Corte Suprema ordenó tomarles juramento a los consejeros diputados “sin perjuicio de lo que pudiera decidirse en definitiva en las causas” en las que está judicializada la situación de Reyes.

En aquella oportunidad, los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti subrayaron que la Corte “tiene el deber constitucional de adoptar las medidas apropiadas para evitar la eventual paralización del Consejo de la Magistratura”.

“En ese sentido, debe propender a la integración y funcionamiento del órgano de conformidad con la Constitución Nacional en el menor tiempo posible y garantizando la seguridad jurídica”, añadieron.

El único estamento que falta completar en el Consejo es el de los senadores, en el que la Corte resolvió suspender la asunción de los designados hasta tanto se aclare la disputa del oficialista Martín Doñate y el opositor Luis Juez por una banca.

La Corte tiene un pedido de “per saltum” para resolver esa situación, pero aún no ha resuelto sobre ello, ni hay fallo de primera instancia sobre a quién le corresponde la banca.