La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, declaró hoy que tiene más confianza en la situación del suministro energético francés para las próximas semanas, citando un menor consumo y un aumento en la capacidad de producción nuclear.
Borne expresó a la radio Franceinfo que, si bien se esperaba que la inflación retrocediera después de alcanzar su punto máximo a principios de 2023, el gobierno continuaría con los planes para proteger a los consumidores y empresas específicos del aumento de los precios de la energía hasta fin de año.
Borne confirmó los planes para ayudar a los panaderos franceses a hacer frente al aumento de las facturas de energía, permitiéndoles distribuir el pago de sus impuestos a lo largo del tiempo y posiblemente “el pago de sus facturas de energía durante los primeros meses del año”.
“Tengo más confianza en las próximas semanas”, aseguró Borne, cuando se le preguntó sobre el suministro de energía, y agregó que había discutido la situación con la compañía energética EDF.
La semana pasada, la jefa del organismo de control de energía CRE del país, Emmanuelle Wargon, aseguró que no había riesgo para los suministros de energía hasta al menos mediados de enero, ya que los hogares y las empresas francesas habían atendido los llamados para reducir su consumo de energía.
El gobierno se fijó el objetivo de reducir el consumo de energía de Francia en un 10 % para 2024 con respecto a los niveles de 2019, como parte de un amplio plan que incluye apagar las luces y bajar los termostatos para evitar cortes de electricidad y gas durante el invierno en medio de la guerra en Ucrania.
El operador de red francés RTE indicó la semana pasada que el consumo de electricidad cayó un 8,7% en las últimas cuatro semanas en comparación con el promedio del mismo período en 2014-2019.