España buscará el permiso de la Unión Europea para extender su límite temporal en los precios de referencia del gas natural y el carbón utilizados por las centrales eléctricas hasta al menos finales de 2024, dijo el lunes la ministra de Energía, Teresa Ribera.
El llamado mecanismo ibérico, implementado en España y Portugal después de que los dos países llegaran a un acuerdo con la Comisión Europea en la primavera de 2022, es un esquema conjunto a través del cual se subsidian los costos de energía de las plantas de combustibles fósiles en un intento por reducir aumento de los precios de la electricidad.
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, confirmó estos planes en una entrevista en Espejo Público, donde señaló que el nuevo tope al gas que pedirá a Bruselas se situará entre los 45 y los 50 euros el MWh. Es una horquilla más cara de los 40 euros que se han pagado de junio a diciembre, antes de que ya en este enero empiece a subir a razón de cinco euros mensuales, para alcanzar el precio medio del gas con el mecanismo ibérico a lo largo de un año, 48 euros. “Queremos que quede lo más parecido a como está hoy. Nos gustaría que quedara en el entorno lo más bajo posible“.
“Tenemos la intención de que se pueda extender esta solución ibérica”, ha dicho Ribera, para que el límite del precio del gas para generar electricidad quede entre 45 y 50 euros y se aplique, “a priori, hasta por lo menos final de 2024”.
Reforma mercado eléctrico
La vicepresidenta vinculó la extensión del mecanismo ibérico -que opera desde junio en España y Portugal y que desde hace meses piden otros países de la UE, como Francia- dentro del debate “de fondo” sobre la reforma del sistema eléctrico europeo que es una de las grandes tareas que tienen la Comisión y los Estados miembros para el año que acaba de empezar.
Se espera que en este primer trimestre la Comisión presente una propuesta de reforma de un sistema marginalista, en el que el precio de la última tecnología -el gas natural, la más cara- que se necesita para generar electricidad es el que fija el precio de todas las demás. Esto es precisamente lo que modifica el mecanismo ibérico, que desacopla el precio del gas del resto de tecnologías y solo se paga a su elevado precio los megavatios hora que efectivamente se generan con él. Para el resto, se fijó un precio inicial de 40 euros el MWh que ya este mes empezará a crecer cinco euros mensuales, empezando con 45 euros.
A partir de la propuesta de la Comisión empezarán unas negociaciones para reformar el mercado eléctrico de la UE que el Gobierno español considera que durarán mucho más tiempo que la fecha de caducidad que ahora tiene el mecanismo ibérico, el 31 de mayo de 2023. Por eso, pedirá que se mantenga por lo menos hasta que el nuevo sistema se termine de acordar.
Según Ribera, la petición a Bruselas será extender la aplicación del mecanismo ibérico “en tanto no se haya actualizado la regulación europea”.