Chevron Corp vendió recientemente 500.000 barriles del crudo pesado Hamaca a la refinería estadounidense Phillips 66 para ser utilizado en su refinería de Sweeny, Texas. Sería la primera venta de este tipo desde que Estados Unidos sancionara el crudo de Venezuela.

ConocoPhillips, que escindió su negocio downstream ahora conocido como Phillips 66 a partir de 2012, expresó su disposición a vender el crudo de Venezuela en Estados Unidos como una forma de recuperar parte de los 10.000 millones de dólares adeudados por Venezuela. Los activos venezolanos de ConocoPhillips fueron nacionalizados en 2007, junto con los de muchas otras compañías petroleras. Estados Unidos ha autorizado a ConocoPhillips a negociar la recuperación de la deuda con PDVSA.

PDVSA asignó un tercer cargamento de crudo a Chevron en virtud de la nueva licencia de esta última para importar crudo venezolano sujeto a sanciones tras una prohibición de más de tres años.

El crudo pesado de Venezuela es apreciado por las refinerías estadounidenses, que hasta hace poco buscaban el crudo pesado de Rusia para sustituirlo. En diciembre de 2022, se informó de que varias refinerías estaban acudiendo a Chevron para hacerse con el escaso crudo venezolano.

En un principio se pensó que Chevron podría dar prioridad a sus propias refinerías, que tienen un historial de uso del crudo pesado venezolano, y la primera entrega de 500.000 barriles de crudo venezolano -también crudo Hamaca- fue a parar a su refinería de Pascagoula, Mississippi.

El crudo Hamaca es una mezcla agria extrapesada, y los últimos cargamentos procedían de la empresa petrolera mixta Petropiar, operada por Chevron y PDVSA.

Aunque Chevron es la única empresa petrolera que cuenta con la aprobación de EE.UU. para importar crudo de Venezuela, otras empresas petroleras y de gas están buscando una autorización similar, incluidas empresas petroleras y de gas de otros países que exigen obtener un trato justo.