La Fiscalía General de Rusia le exigió a un tribunal que recupere 15.500 millones de rublos (220 millones de dólares) en impuestos supuestamente no pagados de la petrolera estadounidense ExxonMobil (XOM.N).
Exxon el año pasado abandonó un proyecto petrolero en alta mar en la isla rusa de Sakhalin en el Pacífico debido a las sanciones occidentales impuestas a Moscú después de que envió tropas a Ucrania en lo que llamó una “operación militar especial”.
La demanda en su contra se presentó el 26 de septiembre de 2022, cuando la empresa aún era la operadora del proyecto Sakhalin-1.
Tras esas acciones Moscú bloqueó los activos de los inversores extranjeros y, en algunos casos, también incautándolos.
Después de la salida de Exxon, Moscú estableció una nueva entidad, administrada por una subsidiaria del gigante energético ruso Rosneft (ROSN.MM), que posee los derechos de inversión en el proyecto Sakhalin-1.
La próxima audiencia del caso en Sakhalin está programada para el 28 de febrero.
Exxon asumió un cargo por deterioro de $ 4.6 mil millones en sus actividades rusas en abril. También redujo la producción local de energía y trasladó al personal fuera del país.
Rusia aprobó el año pasado las solicitudes de ONGC Videsh de India, el brazo de inversión en el extranjero de la estatal Oil and Natural Gas Corp (ONGC.NS), y Sakhalin Oil and Gas Development Co (SODECO), un consorcio de empresas japonesas, para retener sus respectivos Participaciones del 20% y 30% en el proyecto Sakhalin.
El proyecto Sakhalin-1
Es uno de los mayores proyectos de inversión en alta mar en Rusia, que se está implementando en los términos de los Acuerdos de Producción Compartida (PSA). El proyecto prevé el desarrollo de cuatro campos marinos: Chaivo, Odoptu-Sea, Arkutun-Dagi y Lebedinskoye (dentro de los límites del área de licencia de Odoptu-Sea), ubicados en la plataforma nororiental de la isla Sakhalin en el Mar de Ojotsk.
Rosneft (20%), la japonesa Sodeco (30%), la india ONGC Videsh (20%) participan en Sakhalin-1. El operador del proyecto, Exxon Neftegaz, una subsidiaria de la corporación estadounidense ExxonMobil, posee una participación del 30%, pero en marzo la compañía anunció su decisión de retirarse de Sakhalin-1 en el contexto de los acontecimientos en Ucrania. Desde entonces, la producción de petróleo del proyecto disminuyó drásticamente.
El 7 de octubre, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto sobre la creación de un nuevo operador ruso de Sakhalin-1, que recibirá toda la propiedad del proyecto. Como resultado, en lugar de Exxon Neftegaz, Sakhalin-1 LLC, registrada en Yuzhno-Sakhalinsk, se convirtió en el operador del proyecto, y la subsidiaria de Rosneft, Sakhalinmorneftegaz-Shelf, en la empresa operadora del operador.