“El crecimiento seguirá siendo débil según los estándares históricos, ya que la lucha contra la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania pesan sobre la actividad”, señaló Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del Fondo, en proyecciones publicadas el lunes.

Olivier – Gourinchas agregó que esta perspectiva “podría representar un punto de inflexión, con el crecimiento tocando fondo y la inflación disminuyendo”.

El crecimiento económico demostró ser resistente en el tercer trimestre de 2022, dijo el FMI.

El período se caracterizó por la solidez de los mercados laborales, el sólido consumo de los hogares y la inversión empresarial, así como una adaptación a la crisis energética en Europa mejor de lo esperado.

La inflación también mejoró, aunque la inflación subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de la energía y los alimentos, aún no alcanza su punto máximo en muchos países.

Alivio para las economías en desarrollo 

La reapertura de China allana el camino para un rápido repunte de la actividad, mientras que las condiciones financieras mundiales mejoraron a medida que se reducen las presiones inflacionarias.

“Esto, y el debilitamiento del dólar estadounidense desde su máximo de noviembre, brindaron un alivio modesto a los países emergentes y en desarrollo”, indicó Gourinchas.

La desaceleración será más pronunciada para sus contrapartes más ricas, ya que es probable que nueve de cada 10 economías avanzadas se desaceleren.

Estos países deberían experimentar una disminución del 2,7 % el año pasado al 1,2 % este año y al 1,4 % en 2024.