Más de 500 representantes de la industria energética y 30.000 asistentes participan este lunes en la ciudad de Bengaluru, en el sur de la India, para discutir el futuro de las energías renovables y los combustibles fósiles en la Semana de la Energía de la India, el primer gran evento de la presidencia del país del Grupo de las 20 principales economías.

Los oradores, incluido el primer ministro de la India, Narendra Modi , el ministro de energía de Arabia Saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman, y el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol , discutirán la necesidad de acelerar la transición hacia la energía limpia.

Al inaugurar el evento, el primer ministro Modi aseguró que India está tomando la delantera en el sector del hidrógeno verde y reemplazará el hidrógeno gris para aumentar su participación al 25%. Agregó que “India tiene la mayor población aspiracional y que la energía jugará un papel importante en el cumplimiento de sus aspiraciones”. El evento se centra principalmente en el objetivo del país de lograr la transición energética, la seguridad energética y lograr emisiones netas cero para 2070. El primer ministro Modi anunció que ve grandes oportunidades para las energía solare en el país y espera que en los próximos años, llegue a tres millones de hogares.

“Este evento mostrará a India como una potencia mundial para la transición energética”, expresó Hardeep Singh Puri, ministro de Petróleo y Gas Natural de India. El ministerio de Puri organizó el evento.

Sin embargo, Puri afirmó que “las metas de energías limpias de India necesitan ser sopesadas frente al crecimiento económico y la creciente demanda energética del país”. India se convertirá este año en el país más poblado del mundo, según pronósticos.

Antes del evento, Birol, de la AIE, elogió las acciones climáticas de India cuando afirmó que el país “puede contribuir a impulsar la agenda global sobre la transición hacia las energías limpias y la seguridad energética, con su enfoque en abordar los déficits tecnológicos, garantizar las cadenas de suministro diversificadas, aumentar el futuro uso de combustibles limpios y movilizar las inversiones.

La mayoría de los participantes en el evento pertenecen a compañías estatales o privadas relacionadas con los combustibles fósiles, lo que suscitó preocupaciones entre los expertos climáticos.