Alemania prohibirá la calefacción de gas y diésel en edificios nuevos o renovados a partir del año que viene y probablemente aumentará las subvenciones para apoyar su eliminación progresiva, en un momento en que la mayor economía de Europa intensifica sus esfuerzos por cumplir los objetivos climáticos.
El Ministro de Economía, Robert Habeck, anunció que pronto se aprobará una nueva ley que obligará a los nuevos edificios a obtener dos tercios de su calefacción de fuentes renovables. El sector alemán de la construcción representa un tercio de las emisiones totales de carbono del país, y ya incumplió repetidamente su objetivo de reducción.
Las bombas de calor, que utilizan electricidad para extraer calor del exterior para calentar la casa y el agua caliente, recibirán ayudas para que las personas con rentas más bajas puedan permitirse esta tecnología, según Habeck. Alemania ofrece actualmente subvenciones de hasta el 45% del precio.