La actividad de perforación petrolera en Estados Unidos comenzó a declinar en respuesta a la caída de los precios desde mediados de 2022, lo que se traducirá en un crecimiento más lento de la producción durante el resto de 2023 y hasta 2024.
El número de plataformas de perforación en busca de petróleo cayó a 600 en la semana que finalizó el 24 de febrero, por debajo de un pico reciente de 627 en la semana que finalizó el 2 de diciembre, descubrió la empresa de servicios petroleros Baker Hughes.
El recuento de plataformas disminuyó en cinco de las ocho semanas más recientes y se encuentra en el nivel más bajo desde principios de julio de 2022 -“Recuento de plataformas de América del Norte”, Baker Hughes, 24 de febrero de 2023-
La aceleración de la actividad de perforación que comenzó en agosto de 2020 después de la primera ola de la pandemia parece haberse detenido o posiblemente terminado.
Durante las últimas tres décadas, los cambios en el número de plataformas generalmente siguieron a los cambios en los precios de futuros del WTI del primer mes con un retraso promedio de alrededor de 4 a 5 meses (aproximadamente 19 semanas).
Cuando los precios aumentan, los retrasos reflejan el tiempo necesario para confirmar que un cambio en el nivel de precios es persistente y no temporal, contratar plataformas adicionales, trasladarlas al sitio de perforación, montar el equipo y comenzar a perforar.
Cuando los precios caen, el retraso refleja el tiempo necesario para confirmar la tendencia, terminar los pozos parcialmente perforados, perforar pozos que ya están bajo contrato e inutilizar las plataformas innecesarias.
En este caso, los futuros del WTI alcanzaron su punto máximo a principios de junio de 2022, cuando eran más de un 70 % más altos que en el mismo período del año anterior.
La cantidad de plataformas de extracción de petróleo alcanzó su punto máximo a fines de noviembre, aproximadamente 25 semanas después de que los precios alcanzaran su punto máximo, un poco más que el promedio.
Sin embargo, desde junio de 2022, los precios en general retrocedieron, lo que se vio reflejado en una rotación gradual en las tasas de actividad de perforación.
Los precios están aproximadamente un 15% por debajo de los niveles de hace un año y aún tienen una tendencia a la baja, lo que implica que es probable que la perforación continúe cayendo hasta fines de junio de 2023.
Una vez finalizada la perforación, existe un retraso adicional de seis meses en promedio para el revestimiento, el bombeo a presión, la instalación de equipos de superficie, las pruebas de flujo, la conexión a la red de tuberías y el ingreso a la producción comercial.
Por lo tanto, es probable que la desaceleración actual en la perforación reduzca el crecimiento de la producción hasta fines de 2023 y probablemente hasta 2024.
La Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) pronostica que la producción de EE. UU. será solo 340 000 barriles por día (2,7 %) más alta en diciembre de 2023 que en diciembre de 2022.
De cumplirse esta previsión, el crecimiento se habrá reducido a la mitad desde los 660.000 barriles por día (5,8 %) en diciembre de 2022 en comparación con diciembre de 2021 “Perspectivas energéticas a corto plazo”, EIA, 7 de febrero de 2023.
El crecimiento sería solo una sexta parte de lo que fue en el apogeo del segundo auge de la perforación de esquisto en 2018, que marca el final de la revolución del esquisto.
Un crecimiento más lento en la producción de EE. UU. reducirá cualquier acumulación de inventarios de crudo, incluso si la economía mundial se desacelera este año, y restringirá el potencial de crecimiento no inflacionario en el resto de 2023 y 2024.