La petrolera estatal Pemex prometió a fines del año pasado que dejaría de quemar gas natural de un campo importante en el sureste de México a mediados de enero.
Los datos satelitales muestran que la quema de gas del vasto campo Ixachi en el estado de Veracruz no solo continuó, sino que aumentó.
En enero, se quemaron aproximadamente 1.300 millones de pies cúbicos de gas de cuatro antorchas en las plantas de Papan y Perdiz destinadas a procesar gas de Ixachi, según muestran los datos satelitales, frente a los 1.000 millones de pies cúbicos de noviembre cuando se hizo la promesa.
Las imágenes de satélite mostraron que el mayor aumento en la quema se produjo en la planta de Papan.
“Tenemos un aumento en la quema en enero para dos de las llamaradas más grandes”, declaró Mikhail Zhizhin, investigador del Grupo de Observación de la Tierra en el Instituto Payne de Políticas Públicas, Escuela de Minas de Colorado.
Zhizhin indicó que una evaluación inicial de las últimas imágenes satelitales muestra que las bengalas aún estaban activas la semana pasada.
Pemex, el productor de petróleo había aumentado la quema dañina para el medioambiente mientras buscaba alcanzar la ambiciosa meta de producción del presidente Andrés Manuel López Obrador de 2 millones de barriles por día, un aumento del 12% con respecto a los niveles actuales.
La promesa de dejar de quemar gas en el campo Ixachi se produjo después de meses de presión por parte del regulador de hidrocarburos , ambientalistas y el socio comercial más importante de México, Estados Unidos.
Pemex prometió varias veces reducir las tasas de quema y eventualmente cumplir con los límites establecidos por el regulador, diciendo que su historial ambiental también estaba poniendo en riesgo el acceso al financiamiento.
Sin embargo, dos fuentes de Pemex y la Secretaría de Energía indicaron que no se habían tomado medidas significativas para detener la quema en Ixachi desde el compromiso del año pasado. Las dos fuentes y otras tres del regulador de energía de México dijeron que la promesa del 18 de noviembre de procesar el gas en lugar de quemarlo no era realista porque la infraestructura en las plantas Papan y Perdiz estaba incompleta y carecían de capacidad suficiente para manejar la gran cantidad de gas.
Las inversiones en infraestructura, como las necesarias para procesar el gas en una forma adecuada para la distribución, toman mucho tiempo. El proceso involucra la construcción de unidades para eliminar contaminantes y descomponer el gas en diferentes componentes, así como infraestructura de almacenamiento y transporte.
Reuters visitó los sitios de las plantas en las afueras de la localidad de Tierra Blanca a mediados de febrero, un mes después de la fecha límite establecida por Pemex (PEMX.UL), ardían cuatro bengalas gigantes. Una de las bengalas en Papan, una llama amarilla sobre una torre alta y delgada, era visible desde unos 10 kilómetros (6 millas) de distancia.
Dos fuentes más en la planta de Papan, que está conectada a Perdiz, manifestaron que ambas instalaciones están operando muy por debajo de la capacidad planificada, quemando la mayor parte del gas en lugar de procesarlo. Las fuentes hablaron bajo condición de anonimato ya que no están autorizadas a hablar con los medios.
Cinco lugareños que viven y trabajan cerca dijeron que las bengalas estaban encendidas casi constantemente.
La quema no solo emite gases de efecto invernadero nocivos que contribuyen al cambio climático , sino que desperdicia un recurso valioso que podría ayudar a reducir las costosas importaciones de los Estados Unidos.
El presidente ejecutivo de Pemex, Octavio Romero, compartió un mensaje de video el 18 de noviembre prometiendo que la compañía comenzaría a procesar 300 millones de pies cúbicos de gas por día de Ixachi, en lugar de quemarlo.
#ConocePemex en #1minuto El #Yacimiento #Súpergigante #Ixachi la producción de condensados y gas será muy importante la #BateríadeSeparación #Papan nos permitirá, a partir de 20 dic 2022, procesar gas húmedo de #Ixachi #SeguimosAvanzando #PorElRescateDeLaSoberaníaEnergéretica pic.twitter.com/xBElhFHZoj
— Octavio Romero (@OctavioRomero_O) November 18, 2022
El video compartido en Twitter mostraba a Romero y otros ejecutivos de Pemex y del contratista Nuvoil, que está desarrollando la planta de Papan, parados con cascos en la instalación y explicando cómo detendrían la quema para el 15 de enero.
López Obrador apostó gran parte de su legado a revivir a Pemex, alguna vez un poderoso símbolo de la autosuficiencia energética.
Aunque la producción de Pemex es aproximadamente la mitad de su nivel de hace 20 años, sigue siendo, por mucho, el mayor contribuyente a las arcas del Estado en un país donde millones viven en la pobreza.
En 2018, López Obrador celebró a Ixachi como el hallazgo de energía más grande en décadas. Pero Pemex incumplió repetidamente los objetivos de producción de gas, atribuyéndolo a la falta de infraestructura.
Dos fuentes sénior de la empresa dijeron en noviembre pasado que Pemex preferiría pagar multas que lidiar con problemas de quema de gas.
Las tres fuentes del regulador, todas familiarizadas con los planes de desarrollo clasificados para Ixachi, dijeron que la infraestructura para capturar, procesar y transportar o almacenar el gas debería haber estado lista antes de 2020 según los planes.
Pero, en cambio, la empresa priorizó la producción de condensado, similar a un crudo muy liviano, enterrado en las vetas de las rocas junto con el gas. Pemex cuenta el condensado para su objetivo de producción de 2 millones de bpd, a diferencia del gas.
Eso resultó en una quema excesiva de gas, que sale a la superficie al mismo tiempo que el condensado, porque las plantas adyacentes carecen de la infraestructura necesaria y no hay posibilidad de almacenar el gas en su forma cruda.
Completar la infraestructura habría significado detener temporalmente la producción de condensado y eso habría alejado aún más a Pemex de la meta de producción del presidente, según fuentes de Pemex, la Secretaría de Energía y el regulador.
El plan de negocios actualizado de Pemex para 2023 a 2027, publicado en diciembre, reiteró las promesas de reducir las emisiones, pero se centró más en la producción de petróleo y gas, así como en la refinación.
En agosto de 2022, el regulador documentó irregularidades en el campo Ixachi luego de al menos dos multas por mala gestión y encontró que Pemex incumplió sus propios compromisos de desarrollo.