El presidente ejecutivo de la petrolera rusa Rosneft, Igor Sechin, se reunió con el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en medio de una aguda escasez de combustible que tiene estaciones de servicio cerradas temporalmente.

Sechín le dijo a Díaz-Canel que, cuando se trata de temas relacionados con Cuba, “Putin los supervisa directa y personalmente”, declaró la oficina de Díaz-Canel.

La Presidencia de Cuba destacó las buenas relaciones entre ambos países, pero no precisaron el motivo de la visita del jefe de la petrolera estatal.

Sechin viajará a Venezuela por el décimo aniversario de la muerte del expresidente del país sudamericano, Hugo Chávez, un estrecho aliado tanto de Cuba como de Rusia.

El exlíder cubano Raúl Castro también viajó a Caracas para la ocasión, dijeron medios estatales cubanos.

Cuba está en su peor crisis económica en décadas, su producción diezmada por la pandemia de coronavirus, las sanciones de Estados Unidos y una economía de planificación centralizada ineficiente que lucha para responder a los desafíos.

Las filas de horas para obtener alimentos, combustible y medicinas devastaron la isla y contribuyeron a un éxodo masivo de cubanos el año pasado, muchos de los cuales se dirigieron al norte hacia Estados Unidos.

En febrero, Rusia le dio a Cuba una donación de “emergencia” de 25,000 toneladas de trigo para combatir la escasez en la isla, el segundo regalo de este tipo en un año y una señal de la profundización de los lazos entre los dos aliados de mucho tiempo.

Rusia, golpeada por las sanciones occidentales por el conflicto en Ucrania, busca fortalecer los lazos políticos y económicos con otros países que se oponen a lo que llama hegemonía estadounidense.

Cuba está bajo un embargo económico estadounidense desde 1962 después de una revolución comunista encabezada por el exlíder Fidel Castro.