ras tres años de restauración y cuatro meses de pruebas, se extendió la vida útil de la Central Nuclear Embalse y ya suministra energía a la red. Con una inversión de U$S 2.149 millones que demandó 3 años, se estima que genere energía eléctrica para más de 3 millones de personas, el equivalente al 86% de la población de Córdoba.
El Proyecto de Extensión de Vida (PEV) fue una de las obras de ingeniería más importante del país. Fue finalizada en los tiempos previstos, y cumplió con el presupuesto calculado. Gracias a los trabajos realizados, el PEV permitió elevar la potencia de 638 a 683 MWe, un 6% más que su capacidad de generación anterior, traducido en energía para aproximadamente 170.000 habitantes más.
En el acto de presentación del retorno de Embalse, Gustavo Lopetegui, secretario de Gobierno de Energía, expresó: “La energía nuclear es una fuente más que se suma al petróleo y gas, con Vaca Muerta a la cabeza, y las energías renovables, todas en expansión” y agregó que “el sector energético debe ser uno de los motores de crecimiento del país”.
La vida útil de la Central terminó el 31 de diciembre de 2015, y a partir de allí iniciaron las obras para renovar el reactor, recambiar los generadores de vapor y actualizar los sistemas de seguridad. El 4 de enero de este año alcanzó la puesta a crítico en el reactor, es decir la reacción nuclear en cadena controlada, fuente primaria de generación de energía de la planta.
La obra fue desarrollada y ejecutada por equipos de ingenieros y técnicos de Nucleoeléctrica Argentina (NASA), donde se empleó en forma directa a más de 3.000 personas. Asimismo, proveedores nacionales de bienes y servicios altamente calificados participaron del proyecto.