Tal vez, el punto más relevante de la vida institucional de los Petroleros Jerárquicos en este último tiempo haya pasado luego de la elección -en la que, con su voto, se respaldó en forma contundente al Secretario General, José Llugdar, para que asuma un nuevo mandato-; y fue la conjunción de Gremio y Mutual que se han fusionado para redoblar beneficios no sólo al afiliado sino a la comunidad toda.
El comienzo de una nueva gestión se remite no solamente a haber asumido la nueva comisión directiva del Sindicato en febrero de este año, sino que medió un proceso electoral que fue atípico. Son de conocimiento público las instancias que atravesó la actual dirigencia no sólo para asumir, sino para llevar el proyecto institucional que hoy está funcionando. Es que fue un proceso electoral que trajo sangre renovada; nuevo oxígeno, nuevas ideas.
Se logró una comisión directiva y una comisión revisora de cuentas más inclusivas y más representativas desde el punto de vista regional, porque en la expansión territorial del sindicato, hay integrantes de las tres provincias presentes en sus sedes.
La fusión de las dos instituciones, gremio y mutual, con la apertura que eso significa y la comunicación interinstitucional, otorga la fluidez de proyectos que ahora son de todos y no de una u otra entidad.
Así, el gremio es la entidad madre y le marca el destino a la mutual que no actúa por sí sola; pero como el mutualismo bien entendido lo indica, tiene una marcada participación que trasciende al trabajador petrolero en general y al jerárquico en particular, cobrando importancia los socios adherentes.
De esa forma, se ha potenciado el cambio de utopías e ilusiones por plenas realidades; con la cristalización final de muchos proyectos nacidos de la fusión: como los barrios de viviendas, complejos de proveeduría y centro logístico, la expansión territorial y todos los planes para socios y afiliados, que han llegado ya hace un tiempo y lo han hecho para quedarse.