Desde la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) previenen por las restricciones para acceder al Mercado Único Libre de Cambios (MULC) y las demoras y falta de definición de las fechas de aprobación en el otorgamiento de SIRAs (Sistema de Importaciones de la República Argentina) y SIRASEs (permisos para girar dólares por el consumo de servicios internacionales).
FENA alerta que esta situación se tradujo en un incremento exponencial de los costos ya que el desarrollo de muchas de sus actividades depende en gran medida de poder acceder a componentes extranjeros, tanto en bienes como en servicios.
Y por ello, las compañías alertan que la industria está a punto de suspender la operatoria por falta de repuestos y pago de seguros, lo que generaría a su vez una alteración en el abastecimiento de combustibles al mercado interno y a las generadoras eléctricas.
Esto es así porque las compañías nucleadas en la Federación se abocan al transporte fluvio marítimo de hidrocarburos -desde el sur a las diversas refinerías y desde allí a los puertos más importantes del país y usinas eléctricas-, y también a los servicios de las plataformas petroleras ubicadas en el Mar Argentino.
Como las refinerías principales de la Argentina se encuentran alejadas de los yacimientos de producción de petróleo el transporte en buque -junto con los ductos y camiones- resulta fundamental para garantizar las operaciones del Upstream y Dowstream. Sumado a que también existen buques cruderos y producteros – que participan de la logística relacionada con la distribución de gran parte de los productos derivados del petróleo que salen de las refinerías- los que también se ven afectados por la falta de insumos.
Frente a esto, las empresas navieras habrían elevado un reclamo ante la Secretaría de Comercio y de Energía para evitar más dilaciones en el acceso al mercado de cambios
En tanto, según publicó el diario ‘Clarín’, desde la Federación de Empresas Navieras Argentinas solicitaron una audiencia a Sergio Massa para intentar dar “marcha atrás en la suba del impuesto País dado que ya están suspendiendo la operatoria de buques”.
“El reciente Decreto 377/23 implica un nuevo empeoramiento de la ecuación económica-financiera de las empresas armadoras argentinas. El Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAÍS) que hoy se aplica a la marina mercante, impacta de manera directa a la importación de bienes en un 7,5% y de servicios en un 25%, y esto sin tener en cuenta los costos de financiación, que a la fecha venía siendo soportado por los armadores, en atención a los plazos de pago que se autorizan”, señalaron en un comunicado.
Según estos empresarios, las nuevas medidas suponen aproximadamente 10% de incremento en los costos operativos de las empresas. Aseguran que “afecta gravemente su competitividad”.
Así pierden terreno frente a otros modos de transporte como por ejemplo el camión, cuyo impacto ambiental es mayor que el del buque; y por el otro, frente a buques extranjeros.
“El Decreto 377/2023 consagra una inadmisible y desleal desigualdad entre los servicios de fletes marítimos prestados por empresas extranjeras (que tributan un 7,5% de impuesto PAIS) en detrimento de la alícuota del 25% que deben abonar las empresas armadoras nacionales por servicios tales como el arrendamiento de buques o seguros. Esta diferenciación de la alícuota de casi 17,5 puntos del impuesto país, colocan al armamento nacional en una situación de desleal desventaja competitiva”, ampliaron.
De no corregirse inmediatamente está injusta y acuciante situación, el sector armatorial no puede asegurar la continuidad de su operatoria y lamentablemente en 10 días deberemos comenzar a parar los buques por falta de pago de arrendamientos, de seguros o falta de mantenimiento. Vale destacar que los buques operados se encuentran afectados al transporte de combustible tanto para el mercado interno como para las usinas eléctricas, y otros transportan importantes insumos y fertilizantes para el agro, por lo que la paralización de los mismos acarrearía un concreto peligro de desabastecimiento en un plazo breve.
Además, advierten que habrá pérdida de “fuentes laborales, y pérdida de mayores divisas para nuestro país, porque los servicios que no puedan realizar las empresas navieras argentinas, los realizarán empresas extranjeras que -obviamente- percibirán el costo de los fletes en el exterior, y tal costo es muy superior al valor de las importaciones necesarias para un adecuado mantenimiento de la flota de bandera argentina”.