Crecería este año un 0, 70/0, con una inflación del 34%. La estabilidad del tipo de cambio es fundamental para la desaceleración inflacionaria. También para abaratar el costo del crédito.
Tras dos años en caída, la economía podría tener este año el crecimiento que la sociedad espera hace tiempo. Así lo indicó en su último informe la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), en el que destaca, además, las medidas del Banco Central tendientes a favorecer la economía real, estimular el ahorro en moneda local y promover una política contra la inflación.
“El ejercicio por parte del BCRA de sus facultades para impulsar regulaciones a favor de la economía real y estimular el ahorro en moneda local constituye un componente central de la estrategia de recuperación económica”, afirmó la entidad en su informe de febrero.
Para FIDE “abaratar el costo del crédito es parte también de la política antiinflacionaria”. Y aclara que “si bien la inercia que se arrastra de 2019 todavía es elevada, hay indicios de que la desaceleración de los precios se está materializando”.
FIDE ratifica sus previsiones de crecimiento moderado para 2020, en torno al 0,7%, con una inflación del hacia diciembre próximo y una mejora cercana a los tres puntos para el salario real.
Esto está en línea con percepción de mayor estabilidad del tipo de cambio. En el actual contexto de vigencia de regulaciones cambiarias, las presiones devaluatorias pasaron a segundo plano, con lo cual “la estabilidad del tipo de cambio es un factor que contribuye al objetivo de la desaceleración inflacionaria”.