Según el viceministro de energía de Rusia, la reducción de la producción ha dejado de tener sentido porque no está claro qué tan profundo será el impacto del coronavirus en la demanda.
La semana pasada, Arabia Saudita no logró el apoyo de Moscú para recortes de producción más profundos en una reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, una alianza conocida como OPEP+.
Tras el desacuerdo, Arabia Saudita ha amenazado con inundar el mercado con petróleo.
El barril perdió hasta un tercio de su lunes y cayó nuevamente el miércoles a alrededor de 36 dólares por barril.
La OPEP había propuesto profundizar los recortes en 1,5 millones de barriles por día (bpd) y se le pidió a Rusia que recortara 300.000 bpd adicionales.
Pavel Sorokin, viceministro de energía de Rusia, describió la medida, que habría duplicado el compromiso de Moscú con 600.000 bpd, como un desafío técnico.
Sorokin dijo que no tenía sentido recortar el bombeo hasta que todos entendieran cuán bruscamente podría caer la demanda.
“No podemos combatir una situación de caída de la demanda cuando no hay claridad sobre dónde está el fondo (de la demanda)”, dijo Sorokin.
El funcionario asiste a todas las reuniones conjuntas con la OPEP con su jefe Alexander Novak y le dio a Reuters su primera entrevista desde la reunión de la semana pasada.
“Es muy fácil quedar atrapado en un círculo, si se corta una vez uno se encuentra en una situación aún peor (…) en dos semanas los precios del petróleo se recuperarían brevemente antes de volver a caer a medida que la demanda continuara bajando”.
Rusia había propuesto extender los recortes combinados OPEP+ existentes de 1,7 millones de bpd por al menos un trimestre más, para tratar de evaluar el impacto real en la demanda del coronavirus, pero la OPEP se negó.
Desde el 1 de abril, todos los productores de la OPEP+ podrán bombear petróleo sin restricciones.