El exsubsecretario de Hidrocarburos de la Nación, José Luis Sureda, advirtió sobre las consecuencias de no cambiar el valor en los surtidores pese a la cotización del crudo.
El precio del barril cotiza por arriba de los 70 dólares y provoca complicaciones en el plan del Gobierno nacional de mantener congelados los precios de los combustibles hasta el próximo año. “El costo de esta medida será horrible”, aseveró el exsubsecretario de Hidrocarburos de la Nación, José Luis Sureda.
En diálogo Surtidores, el exfuncionario manifestó que la política de congelar los precios “terminará fundiendo las refinerías” y destacó que la medida perjudica a las empresas “más chicas”, que deben comprar el crudo a una cotización más alta que lo pactado para estabilizar las pizarras de las estaciones de servicio hasta fin de año.
Sureda detalló que las petroleras buscan integrarse, completando todas las etapas, desde la producción hasta lograr el producto terminado. “Apuestan a esta opción para defenderse de las regulaciones del Estado”, sostuvo el exfuncionario en referencia a Shell (Raízen) y Puma. La primera, explicó, “acelerando la perforación de pozos en Vaca Muerta” y la segunda, a través de acuerdos estratégicos como el logrado con Vista Oil.
No obstante advierte que no todas tienen esas posibilidades. “Esta situación podría afectar a su cadena de valor”, determinó Sureda incluyendo en ese contexto al abastecimiento de la red de estaciones de servicio que operan.
En ese sentido, el exfuncionario propone aliviar el congelamiento paulatinamente. “Es el mismo problema que afecta a la economía en general”, comparó y alertó “es mejor ir liberando los precios ahora y de a poco antes de que todo explote”.