Un auge del esquisto bituminoso, liderado por el aumento de la producción en Texas y Dakota del Norte, ayudó a Estados Unidos a convertirse en el mayor productor de petróleo del mundo, por encima de Arabia Saudita y Rusia.Sin embargo, la tasa de crecimiento se ha desacelerado este año. Las firmas de energía estadounidenses han reducido la cantidad de plataformas petroleras ante los planes de recorte del gasto este año.
Estados Unidos no es parte del acuerdo global de reducción de la producción.