“Fue una reunión histórica para todos los argentinos”, fue lo único que atinó la dirigente reivindicadora de los represores de la última dictadura cívico-militar
Cristina Fernández de Kirchner recibió en la tarde del miércoles a su par recientemente electa, Victoria Villarruel, para continuar con el proceso de transición que iniciaron el presidente Alberto Fernández y Javier Milei.
La reunión, que arrancó minutos después de las 17, se desarrolló en el despacho de la presidencia ubicado en el primer piso del Senado y la vicepresidenta estuvo acompañada por la secretaria administrativa del Senado, María Luz Alonso, mientras que la actual diputada nacional, vestida de camisa blanca, pantalón negro y chaqueta bordó, llegó junto a Guillermo Montenegro, diputado electo y su mano derecha.
“Fue una reunión histórica para todos los argentinos”, manifestó la dirigente de La Libertad Avanza a la prensa al salir del Senado minutos después de las 18, donde consideró que se dio “una charla amable” sobre la transición que será -dijo- “ordenada y respetuosa”.
Y agregó: “No nos conocíamos, pero pudimos conversar, pudimos conocernos, hablar de las cuestiones que hay por delante. No hubo fotos, pero creo que la ciudadanía tiene que quedarse sumamente tranquila porque vamos a llevar adelante desde la La Libertad Avanza y de la gestión saliente una transición ordenada en el poder legislativo”.
De acuerdo a lo que información oficial, en la reunión entre ambas dirigentes se coordinó la organización de la Asamblea Legislativa del 10 de diciembre y se repasaron los principales hechos de la gestión.
“En materia administrativa, la Vicepresidenta destacó que al asumir la gestión se recibió la obra social del personal legislativo (DAS) con $390 millones de déficit mensual y que luego del proceso de saneamiento y mejoras en la gestión se logró un superávit equivalente a 5 meses de prestaciones, ampliando al mismo tiempo los servicios y prestaciones para los afiliados”, explicó el Senado en un comunicado que emitió tras el encuentro.
Asimismo, se realizó un detalle sobre los avances y mejoras edilicias que se llevaron adelante en los últimos años y hablaron de los recursos humanos del Senado de la Nación. Actualmente, “la Cámara alta cuenta con una nómina de 400 empleados menos que la gestión anterior”, detalló el escrito.
En encuentro se concretó luego de que CFK tomara la iniciativa de convocar a la vicepresidenta electa para avanzar en el proceso de transición que Javier Milei comenzó este martes cuando se reunió con Alberto Fernández en la residencia Olivos.
La cumbre de la expresidenta y su sucesora despertó un importante interés político y entre la opinión pública por el perfil ideológico de ambas funcionarias. Mientras la actual vicepresidenta está más vinculada a la defensa de los derechos humanos, Villarruel exhibió una postura negacionista respecto a la última dictadura militar, se reconoció amiga de los genocidas e intentó instalar un discurso de “memoria completa” que incluya la reivindicación de las víctimas de la guerrilla y el cierre de las causas por los delitos de lesa humanidad.
Pero más allá de las personalidades, el encuentro entre Cristina y Villarruel servió para definir detalles del traspaso de mando como así también el control de la presidencia del Senado.
La reunión se concreta previo a la sesión preparatoria del 29 de noviembre que será convocada para tomarle juramento a los senadores electos el 22 de octubre, aceptar la renuncia a los legisladores que fueron elegidos para ocupar otros cargos y cumplir con el trámite de asunción de sus reemplazantes. También se designarán a las autoridades del Senado, la presidencia provisional y los secretarios parlamentarios y administrativos.
En este sentido, como se trata de un nuevo gobierno deberán designarse las autoridades del cuerpo antes del 10 de diciembre, cuando se realizará la Asamblea Legislativa en la que se le tomará juramento a la fórmula electa por La Libertad Avanza, acto que será presidido por Cristina Kirchner.