La floreciente industria de gas y petróleo de esquisto bituminoso de Argentina estará protegida de cualquier cambio violento en la política y la formulación de políticas después de las próximas elecciones, según los ejecutivos de las compañías energéticas más grandes del país.
Argentina debe celebrar elecciones este octubre, pero sin importar quién gane, la industria del petróleo y el gas del país probablemente sobrevivirá, según ejecutivos de las estatales YPF SA, Pampa Energia SA y TGS, SA, informó Bloomberg.
Independientemente de la combinación de políticas más amplia que se implemente, el próximo gobierno continuará respaldando la producción en el parche de esquisto de Vaca Muerta. Esa fue la opinión unánime de las principales perforadoras estatales YPF SA y Pampa Energia SA, y TGS SA, que acondiciona y transporta gas de esquisto, de cara a resultados esta semana tras las elecciones.
Los argentinos votan en las elecciones presidenciales de octubre, así como en una primaria clave el domingo. La nueva administración podría hacer cambios económicos radicales en su intento de que el país rico en recursos y en apuros vuelva a encarrilarse.
“En términos de política después de las elecciones, esperaríamos que siguiera apoyando a nuestro sector”, declaró el viernes el jefe de finanzas de YPF, Alejandro Lew.
Vaca Muerta es vital para mejorar la economía argentina porque reducirá la dependencia de las importaciones de gas natural e impulsará las exportaciones de petróleo crudo. La formación en la Patagonia ha cobrado un impulso real este año a medida que se eliminan los cuellos de botella de los oleoductos y ahora produce aproximadamente el equivalente a 640.000 bpd.
La producción de crudo de la enorme Vaca Muerta de Argentina podría despegar, superando el millón de bpd para fines de esta década, dijo Rystad en mayo. Pero eso se basó en la capacidad de extracción y la disponibilidad de plataformas que no limitaban su crecimiento. Si la producción no se ve obstaculizada por esos factores, la producción de petróleo podría crecer de poco menos de 300.000 bpd a más de 1 millón en el segundo semestre de 2030, sugirió Rystad. Si eso funciona, ayudaría a la región de Neuquén en Argentina a convertirse en un exportador neto de petróleo y contribuir con hasta $ 20 mil millones en ingresos totales para 2030.
La productividad de pozos en el yacimiento de esquisto de Vaca Muerta ya ha superado a sus pares de esquisto de EE. UU.
Alcanzar un nivel de producción de 1 millón de bpd solo para Vaca Muerta cambiaría las reglas del juego para la economía en apuros de Argentina, que está experimentando una inflación de tres dígitos.