Un incendio mortal que comenzó en una gran instalación de almacenamiento de petróleo en el oeste de Cuba se propagó el lunes y amenazó con hundir a la isla en una crisis energética más profunda al obligar a las autoridades a cerrar una planta termoeléctrica clave.

Las llamas envolvieron alrededor del amanecer un tercer tanque que los bomberos habían tratado de enfriar mientras luchan por combatir el incendio masivo en la provincia occidental de Matanza que comenzó pocos días después de que el gobierno anunciara apagones programados para la capital de La Habana.

Al menos una persona murió y 125 resultaron heridas, y se informó que otras 14 desaparecieron desde que un rayo golpeó uno de los ocho tanques de la instalación el viernes por la noche. Un segundo tanque se incendió el sábado y provocó varias explosiones en la instalación, que juega un papel clave en el sistema eléctrico de Cuba.

“El riesgo que habíamos anunciado sucedió y el incendio del segundo tanque comprometió al tercero”, dijo el gobernador de Matanzas, Mario Sabines.

Hasta el lunes por la noche, cuatro tanques estaban comprometidos, declaró a Televisión Cubana el teniente coronel jefe Alexander Ávalos, del departamento de bomberos de Cuba.

Los bomberos rociaron agua sobre los tanques restantes durante el fin de semana para enfriarlos, pero no lograron detener la propagación del fuego. El lunes por la tarde, la empresa eléctrica del gobierno anunció que el incendio había obligado a cerrar una planta termoeléctrica que proporciona energía a la región occidental de la isla después de quedarse sin agua, según el sitio web oficial Cubadebate. No hubo más detalles disponibles de inmediato.

Los gobiernos de México y Venezuela enviaron equipos especiales para ayudar a extinguir el fuego, con cañones de agua, aviones y helicópteros combatiendo el fuego desde varias direcciones mientras los especialistas en construcciones militares erigían barreras para contener los derrames de petróleo.