El Gobierno francés afirma que la reforma pensional que propuso es indispensable para sostener los 42 diferentes regímenes financiados por el Estado. En 2021, el conjunto del sistema de pensiones le costó a Francia el 14% del PIB. Mientras tanto, la oposición política, gremios y ciudadanos señalan la propuesta de injusta. Miles de personas salieron a las calles a una gran movilización nacional este 19 de enero.
La reforma de las pensiones impulsada por el presidente galo Emmanuel Macron, pretende retrasar la edad de jubilación a los 64 años.
En todo el país se realizaron movilizaciones contra el proyecto que tiene un amplio rechazo popular, demostrado en varios sondeos.
Según el gobierno, estos cambios son necesarios para evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
De acuerdo a politólogos locales, la iniciativa resulta clave para Macron. Se trata de “una prueba decisiva” sobre su mandato y sobre la “huella que dejará en la historia”, como publicó el diario Le Parisien.
Son dos los puntos de la reforma que provocan rechazo: el retraso de la edad para jubilarse a los 64 años y la exigencia de tener 43 años de aportes para cobrar una pensión completa.
La última encuesta elaborada por Ipsos revela que el 61 por ciento de los consultados no está de acuerdo con el proyecto. La propuesta será debatida en el Parlamento.
Francia paralizada
Los sindicatos y partidos de la oposición se movilizaron en las principales ciudades del país. Las escuelas permanecieron cerradas y el transporte público reducido.