El gasto en desarrollo en alta mar de Noruega se disparará a corto plazo tras la presentación de planes para múltiples proyectos a finales del año pasado, según especialistas.
La consultora Rystad Energy estima el costo total de las inversiones totalmente nuevas propuestas en 2022, en $42.700 millones. Y esos proyectos sancionados bajo el régimen fiscal temporal de Noruega deberían ayudar a mantener una alta producción de gas en la plataforma continental noruega (NCS) hasta 2030.
El Hub Yggdrasil del Mar del Norte de Aker BP (puesta en marcha en 2027), la Fase 3 de Ormen Lange de Shell (puesta en marcha en 2025) e Irpa de Equinor (puesta en marcha en 2026), ambos en el mar de Noruega, serán los principales contribuyentes.
La producción de líquidos NCS también debería ser constante en el futuro, ayudada sobre todo por Yggdrasil Hub, Equinor’s Breidablikk (puesta en marcha en 2025) y Vår Energi’s Balder Future (en marcha en 2024).
Pero los principales proveedores seguirán siendo grandes campos sancionados durante el régimen fiscal estándar, como Johan Sverdrup en el Mar del Norte.
Rystad estima que el suministro adicional de gas en 2028 será de unos 24,9 Bcm cerca del 6,225 % de la demanda en la UE y el Reino Unido combinados, y Noruega representará casi un tercio (30,25%) del suministro de gas europeo en cinco años.
El analista de upstream Mathias Schioldborg señaló: “El resultado de esta exención fiscal es triple: mayor inversión en el NCS, mayor recaudación de impuestos cuando comienza la producción y mayor suministro a Europa en un momento crítico. Noruega deberá considerar si este régimen es único para atraer inversiones o si se pueden aprender lecciones para el futuro”.