El gobierno británico delineará dentro de unos días incentivos para que las empresas entierren sus gases de efecto invernadero bajo tierra, utilizando una tecnología prometedora para reducir el dióxido de carbono atmosférico, declaró Graham Stuart, ministro de Seguridad Energética y Net Zero y Miembro del Parlamento por Beverley y Holderness.

Gran Bretaña tiene como objetivo utilizar la tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CCS) para retener de 20 a 30 millones de toneladas de carbono para 2030 como parte de su estrategia para reducir las emisiones a cero neto para 2050.

CCS implica filtrar los gases de carbono que calientan el planeta de las chimeneas industriales antes de que lleguen a la atmósfera y almacenarlos bajo tierra, generalmente en depósitos porosos.

“No existe una ruta en la que podamos alcanzar el cero neto sin captura de carbono, hidrógeno y energía nuclear”, indicó a Reuters Graham Stuart, ministro de Estado para la Seguridad Energética y el Cero Neto.

Reconociendo los errores anteriores en los esfuerzos para apoyar a CCS, Stuart agregó que el gobierno “está decidido a que no habrá pasos en falso en el futuro y en unos días escuchará más anuncios al respecto, incluido el apoyo del gobierno para asegurarse de que la captura de carbono esté desbloqueada”.

En los EE. UU., la administración Biden acepta solicitudes para proporcionar fondos para cuatro centros de carbono utilizando una tecnología de captura directa de aire que extrae el dióxido de carbono del aire. El año pasado, Canadá dio a conocer un crédito fiscal para la inversión en la captura de carbono por valor de 2600 millones de dólares canadienses (1930 millones de dólares) durante cinco años.

Varias compañías de petróleo y gas, incluidas BP (BP.L) , Equinor de Noruega (EQNR.OL) y ENi de Italia (ENI.MI), participaron en la primera ronda de licencias de CCS de Gran Bretaña el año pasado.