La administración Biden quiere nuevos límites a las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas de carbón y gas, su esfuerzo más ambicioso para reducir la contaminación que calienta el planeta.

Una regla de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency) podría obligar a las plantas de energía a capturar las emisiones de las chimeneas utilizando una tecnología que se prometió durante mucho tiempo pero que no es de uso generalizado en los EE. UU.

Si se finaliza, la regulación propuesta marcaría la primera vez que el gobierno federal restringe las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas existentes, que generan alrededor del 25% de la contaminación por gases de efecto invernadero de EE. UU., solo superada por el sector del transporte.

La regla también se aplicaría a futuras plantas eléctricas y evitaría hasta 617 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono hasta 2042, equivalente a emisiones anuales de 137 millones de vehículos de pasajeros, indicó la EPA.

Casi todas las plantas de carbón, junto con las grandes centrales eléctricas de gas de uso frecuente, tendrían que reducir o capturar casi todas sus emisiones de dióxido de carbono para 2038, manifestó la EPA. Las plantas que no puedan cumplir con los nuevos estándares se verán obligadas a retirarse.

El nuevo plan llega 14 años después de que la EPA declarara que el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero ponen en peligro la salud pública . El presidente Barack Obama trató de establecer límites a la contaminación por carbono de las centrales eléctricas de EE. UU., pero su Plan de Energía Limpia de 2015 fue bloqueado por la Corte Suprema y luego revertido por el presidente Donald Trump.

El año pasado, la Corte Suprema limitó cómo se puede usar la Ley de Aire Limpio para reducir las emisiones de las centrales eléctricas que alteran el clima. El fallo 6-3 confirmó la autoridad de la EPA para regular las emisiones de carbono de las centrales eléctricas, pero dijo que no podía forzar una transición nacional que dejara de usar carbón para generar electricidad.

La EPA anunció que su nueva regla les dará a los operadores de plantas flexibilidad para cumplir con los nuevos estándares en un método de su elección. Y en lugar de crear un límite que todas las plantas de energía deben cumplir, la agencia dijo que establecerá una serie de objetivos según el tamaño de la planta, la frecuencia con la que se usa y si ya está programada para retirarse.