El gobernador local de la isla rusa de Sajalín en el Pacífico invitó a empresas de India y China a aprovechar los recursos energéticos de la región tras la salida de las grandes petroleras europeas y estadounidenses.
Rusia ha estado forjando lazos políticos y económicos más estrechos con Asia desde el comienzo de lo que el Kremlin llama una operación militar especial en Ucrania el año pasado y las sanciones occidentales resultantes sobre Moscú.
“Invitamos a empresas de China e India a proyectos del complejo energético. Esta es una buena oportunidad para que llenen el nicho dejado vacante por las empresas estadounidenses y europeas en el mercado de servicios de petróleo y gas”, informó el gobernador de Sajalín, Valery Limarenko.
Shell y ExxonMobil se retiraron el año pasado de proyectos de energía en Rusia, cancelando miles de millones de dólares estadounidenses.
La isla es la ubicación de la planta de gas natural licuado (GNL) Sakhalin-2 liderada por Gazprom y del proyecto petrolero Sakhalin-1, en el que el mayor productor de petróleo de Rusia, Rosneft, tiene una participación del 20%.
ONGC Videsh Limited de India también tiene una participación igualitaria en el proyecto.
Limarenko agregó que el campo de gas Yuzhno-Kirinskoye, que Washington impuso sanciones en 2015 por el papel de Moscú en Ucrania en ese momento, comenzará a producir según lo planeado en 2025.