Las autoridades rusas acordaron aumentos sin precedentes en el precio regulado del gas para clientes domésticos para impulsar las finanzas del gigante estatal Gazprom.

La agencia federal antimonopolio del país, FAS, aprobó un aumento del 8% a partir del 1 de julio, con otro salto del 8% a partir del 1 de julio de 2025.

Los aumentos de precios solo se aplican a Gazprom, considerado por las autoridades como un proveedor de gas en monopolio, no a los productores de gas independientes, encabezados por Novatek, que no están obligados a comercializar su producción al precio fijado por el gobierno.

Entre 2014 y 2021, el Kremlin acordó subidas anuales de entre el 2% y el 7%, en su mayoría en línea con las cifras oficiales de inflación.

FAS aseguró que se espera que Gazprom use los ingresos adicionales para construir nuevos oleoductos para llegar a más consumidores y también para financiar los requisitos generales de mantenimiento e inversión.

Los consumidores rusos se enfrentaron a un aumento del 8,5 % en la tarifa regulada a fines de 2022 después de la agitación de Gazprom cuando las exportaciones de gas natural a Europa cayeron un 75 % durante el año.

El gigante del gas registró una pérdida neta de 1,3 billones de rublos (17,300 millones de dólares) para la segunda mitad de 2022, mientras que el efectivo y los equivalentes en sus manos se redujeron a 1,1 billones de rublos a finales de diciembre del año pasado frente a los 2 billones de rublos del 1 de enero de 2022.

Mikhail Krutikhin, socio de la consultora con sede en Moscú RusEnergy, dijo que la ampliación de la pérdida neta de Gazprom este año se produce cuando la compañía necesita recaudar miles de millones de dólares en nuevos financiamientos para financiar su gasoducto de exportación a China, conocido como Sila Sibiri 2.

El gasoducto con una capacidad de producción anual de 50 Bcm de gas por año se extenderá hacia el sur desde los principales activos de Gazprom en Siberia Occidental y atravesará Mongolia antes de llegar a China. Está previsto que entre en funcionamiento antes de 2030.

Gazprom también tiene que invertir en mejoras de inversión de flujo de gasoductos en Kazajstán y Uzbekistán para cumplir con sus planes de enviar gas ruso a estas economías de rápido crecimiento.

Hay sugerencias en Moscú de que Gazprom también está considerando enviar gas a través de Kazajstán, Turkmenistán y Afganistán para llegar a Pakistán e India, ya que el Kremlin presiona para una mayor influencia económica rusa en esta región.

Gazprom no ha revelado ningún resultado financiero para este año, incluso los informes contables rusos no consolidados que tiene que proporcionar al público porque técnicamente sigue siendo una empresa que cotiza en bolsa con algunas de sus acciones en flotación libre.

La compañía ha seguido enviando gas a Europa a través de Ucrania a unos 41 millones de metros cúbicos por día, y a tasas que varían entre 36 MMcmd y 43 MMcmd a través del gasoducto TurkStream a través del Mar Negro, que abastece al sur de Europa a través de Turquía y Grecia.

Los analistas señalan que Gazprom también enfrenta presiones de precios en sus ventas de gas europeas restantes, con contratos al contado para entregas de agosto en el centro de gas europeo TTF en los Países Bajos cotizando esta semana a solo € 25 ($ 28) por megavatio hora, o aproximadamente una décima parte del la tasa hace menos de un año

Además, los suministros en tránsito a través de Ucrania están bajo amenaza mientras Moscú se prepara para tomar represalias contra los esfuerzos de Ucrania para hacer cumplir un laudo arbitral anterior de $ 5 mil millones contra Rusia para compensar la pérdida de activos de producción de petróleo y gas en Crimea, anexada por Rusia en 2014.

Según Gazprom, aproximadamente la mitad de sus ventas anuales totales de gas natural de alrededor de 500 Bcm fueron exportaciones a Europa antes de 2021, después de lo cual comenzó a disminuir.

Sin embargo, a largo plazo, los ingresos por ventas de Gazprom en Europa fueron entre dos y dos veces y media superiores a sus ingresos por el suministro doméstico de gas, debido a la enorme disparidad de precios entre los dos mercados.