Siete meses después de asumir su tercer mandato, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) tiene una buena imagen a los ojos de la opinión pública, según una encuesta de Genial/Quaest difundida este miércoles (15).

La encuesta, realizada entre el 10 y el 14 de agosto, muestra que el 60% de los votantes brasileños aprueba el trabajo que está haciendo Lula, un aumento de 4 puntos porcentuales con relación al número registrado dos meses antes.

Los que desaprueban la actual administración cayeron del 40% al 35% en el período. Otro 5% prefirió no contestar.

El crecimiento de la aprobación del presidente se dio incluso en sectores donde el antiPTismo tiende a expresarse con mayor fuerza. En la región Sur, el indicador subió 11 puntos porcentuales en dos meses, al 59%, mientras que la desaprobación retrocedió del 49% al 38%. En el Sudeste, la aprobación saltó del 51% al 55% en el período, contra una oscilación a la baja de 3 pp de desaprobación, al 39%.

En el electorado evangélico, que votó mayoritariamente por Jair Bolsonaro (PL) en las elecciones de 2022, por primera vez en la serie histórica de la encuesta, la aprobación superó a la desaprobación, por 50% a 46%.

Entre aquellos con educación superior incompleta o más, la aprobación volvió al nivel de febrero, 53%, y superó la desaprobación. Entre los que votaron por Bolsonaro, el 25% aprueba el trabajo de Lula, mientras que el 70% lo desaprueba.

La encuesta también muestra que cuando se les pide a los votantes que evalúen al gobierno, el 42% dice que es positivo, mientras que el 24% lo clasifica como negativo. Hace un mes, estos dos grupos representaban el 37% y el 27%, respectivamente.

El buen momento de Lula en las encuestas coincide con una mejora en la percepción del electorado sobre la economía. La encuesta muestra que el 34% de los encuestados cree que la economía brasileña ha mejorado en los últimos 12 meses. El mismo grupo sumó 32% en junio y 23% en abril.

Ya los que ven empeoramiento se fueron al 34% en abril, pasaron al 26% en la última encuesta y ahora suman el 23%. Mientras que quienes no ven grandes cambios se han mantenido en la banda entre 37% y 39% (nivel actual) en los últimos seis meses.

Para el 59% de los encuestados, en los próximos 12 meses la economía mejorará – fueron 62% en febrero, 51% en abril y 56% en junio. Los que esperan peor sumaron un 22%, una disminución de 3 puntos porcentuales respecto a hace dos meses y de 7 pp frente a abril.

Aun así, la encuesta muestra que la economía lidera las evaluaciones como el mayor problema del país, con 31% de las menciones, superando a los temas sociales (21%), salud (12%) y violencia (10%). Esta percepción se reproduce en todos los cortes de ingresos de la muestra encuestada.

Cuestionados sobre tres políticas públicas del nuevo gobierno, las evaluaciones más positivas fueron Plano Safra (79%), destinado al financiamiento de la agricultura, y Desenrola Brasil (70%), para la renegociación de las deudas de los ciudadanos. La reforma tributaria agradó al 37% de los encuestados y desagradó a otro 26%.

La encuesta también muestra un cambio de percepción también en relación a las noticias sobre el gobierno. En comparación con junio, el porcentaje de quienes dicen haber escuchado más noticias positivas que negativas aumentó del 32% al 38%.

Las dos noticias positivas destacadas por los entrevistados, en mención espontánea, fueron la Bolsa Família de R$ 600, más R$ 150 por cada niño (9%) y la disminución de precios (8%). Los negativos destacados dicen que el presidente no cumple las promesas y es corrupto (7%).

En momentos en que Lula está negociando una reforma ministerial con los líderes del partido en busca de un mayor apoyo en el Congreso Nacional, los votantes comenzaron a ver que el actual gobierno podría lograr una mayoría parlamentaria con mayor facilidad que la administración anterior. Ahora, el puntaje es de 43% a 38% a favor del petista, mientras que hace dos meses la diferencia era de 20 puntos a favor del oponente (51% a 31%).

La encuesta Genial/Quaest realizó 2.029 entrevistas presenciales en municipios de todas las regiones del país, entre el 10 y el 14 de agosto. El margen máximo de error es de 2,2 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo.

El nivel de confianza es del 95%, lo que significa que si la encuesta se hubiera realizado más de una vez en las mismas condiciones, esta sería la probabilidad de que los resultados se repitieran dentro del límite del margen de error.