Aunque los ecuatorianos votaron este mes a favor de cerrar un importante campo petrolero, los residentes locales podrían revocar el referéndum y mantener el flujo de crudo, según el Ministro de Petróleo y Minas, Fernando Santos.

La votación nacional ordenó el cierre del yacimiento de 58.000 bpd propiedad de la petrolera nacional Petroecuador, en el plazo de un año. Pero los votantes del área en la provincia de Orellana votaron a favor de mantener el campo en funcionamiento y, según la constitución ecuatoriana, ese voto local tiene prioridad, declaró Santos en una entrevista con la cadena de televisión Ecuavisa.

“Antes de que podamos tocar un elemento de la infraestructura, tenemos que hacer un plan, el plan debe ser aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente y por las comunidades que viven allí, por lo que necesitamos que se resuelva esa duda”, señaló Santos.

Después de una década de batallas legales, la Corte Constitucional de Ecuador falló a favor de la celebración del referéndum, que se llevó a cabo el mismo día de las elecciones anticipadas. Los ambientalistas consideran que la producción de petróleo en el noreste del Parque Nacional Yasuní de la selva amazónica es una amenaza para la abundante vida silvestre de la zona. Petroecuador dice que el cierre costará 1.200 millones de dólares al año y alrededor de 16.000 millones de dólares hasta principios de la década de 2040.