El 1 de septiembre fue la fecha límite impuesta por las autoridades de París para que las empresas recojan sus vehículos de dos ruedas en los alrededores de la capital. Esto se produce tras un referéndum celebrado en abril en el que los parisinos votaron a favor de prohibir los monopatines que funcionan con baterías, lo que confirma que muchos los consideran una molestia insoportable.

El 1 de septiembre fue la fecha límite impuesta por las autoridades de la ciudad para que las empresas recojan sus vehículos de dos ruedas en los alrededores de la capital. Esto sigue a un referéndum en abril en el que los parisinos votaron a favor de prohibir estos patinetes, confirmando que muchos los consideraban una molestia insoportable.

Los tres operadores, Lime, Tier y Dott, perderán su permiso para ocupar espacios públicos tras una “votación” sin precedentes a principios de abril. El voto por el “no” fue ganado por casi el 90 por ciento, pero sólo el 7,46 por ciento de los inscritos para votar acudieron a votar.

“Empezamos a retirar nuestros 5000 patinetes el domingo pasado. Y poco a poco, sólo nuestras 5000 bicicletas de autoservicio quedarán en las calles. Así que retiramos principalmente entre 400 y 500 patinetes al día entre las 22.00 horas y las 6.00 horas, con Seis o siete personas trabajan especialmente en esta operación”, explica Clément Pette,jefe de operaciones de Tier en Francia.

París es la primera ciudad europea en tomar medidas tan drásticas. Los residentes se habían quejado de que los usuarios zigzagueaban entre los peatones y provocaban accidentes. Las empresas de scooters dicen que desplegarán sus productos en otros lugares.