El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, celebró el martes la decisión del gigante petrolero TotalEnergies (TTEF.PA) de mantener los precios del combustible más allá del 31 de diciembre, instando a otras empresas a unirse.
El gobierno francés, en línea con otros países de Europa, está intensificando sus esfuerzos para reducir los precios de los alimentos y el transporte, presionando a las grandes empresas para aliviar a los consumidores.
Le Maire también confirmó los planes de imponer un impuesto a las ganancias extraordinarias a las empresas que administran autopistas.
El mes pasado, Le Maire llegó a un acuerdo con los principales minoristas y productores de alimentos para reducir los precios de 5.000 productos cotidianos y adelantar las negociaciones anuales de precios a septiembre en lugar del próximo año.
TotalEnergies declaró el martes que un límite de 1,99 euros por litro en los precios del combustible, que originalmente debía expirar a finales de año, se extenderá en todas sus gasolineras en Francia más allá del 31 de diciembre y permanecerá en vigor “mientras ya que los precios siguen altos”.
“Es una buena noticia para todas las personas que trabajan y para el poder adquisitivo. Me gustaría que otros distribuidores se unieran al movimiento”, aseguró Le Maire a la televisión LCI.
La ministra de Energía, Agnès Pannier-Runacher, mantuvo conversaciones el martes con los propietarios de gasolineras, añadió Le Maire.
“La carga de la inflación debe ser compartida”, afirmó.
El minorista francés Intermarche estuvo entre los representados en la reunión y emitió un comunicado diciendo que sus gasolineras venderán combustible a precio de coste durante un viernes y un sábado una vez al mes hasta finales de año.
GRAVAR LAS GANANCIAS
“Puedo confirmar que impondremos un impuesto sobre los beneficios adicionales obtenidos por las empresas de carreteras”, afirmó también Le Maire.
Un portavoz del operador de autopistas Vinci (SGEF.PA) indicó que el grupo estaba “sorprendido” de que el ministro hablara de “beneficios adicionales”, dado que la Autoridad Reguladora del Transporte francesa había llegado a la conclusión de que no estaban obteniendo beneficios excesivos.
APRR, el negocio de concesiones de autopistas de Eiffage (FOUG.PA), declinó hacer comentarios porque no había proporcionado detalles de ningún plan fiscal.
Las acciones de los dos grupos se mantuvieron sin cambios tras el anuncio de Le Maire.
Varios gobiernos europeos, incluidos los de Italia y Gran Bretaña, han estado luchando contra el aumento de los costos de vida, tratando de obligar a las grandes empresas a compartir la carga con los consumidores.
El mes pasado, Italia se convirtió en el último país europeo en tratar de ayudar a los prestatarios hipotecarios imponiendo un impuesto a las ganancias extraordinarias sobre las ganancias bancarias impulsadas por el aumento de las tasas de interés.
Varios gobiernos de toda Europa impusieron impuestos sobre las ganancias extraordinarias a las empresas de energía el año pasado para controlar el exceso de ganancias a medida que los precios de la energía se disparaban después de la invasión rusa de Ucrania.
Francia está bajo presión para equilibrar sus finanzas después de que Fitch recortó la calificación crediticia del país a AA- en abril pasado debido a la preocupación por una posible parálisis política y malestar social provocados por los cambios en su sistema de pensiones.