Noruega seguirá suministrando gas natural a Europa durante el tiempo que sea necesario y al mismo tiempo trabajará para descarbonizar los sistemas energéticos del continente, declaró el viernes el ministro de Clima y Medio Ambiente,
Espen Barth Eide.

Si bien Noruega es el mayor proveedor de gas de Europa, también aspira a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 con respecto a los niveles de 1990 y ser neutra en carbono para 2050.

“Creemos que es estratégicamente importante mantener estas entregas mientras todavía haya uso, pero también trabajamos para la eliminación del uso, para la transición, del gas natural”, informó Espen Barth Eide.

Noruega estaba desempeñando su papel en la transición energética, indicó, citando el proyecto de captura y almacenamiento de carbono planeado por Oslo utilizando el Mar del Norte, y la conversión de los noruegos a vehículos eléctricos (EV), con cuatro de cada cinco autos nuevos vendidos siendo EV .

“En realidad estamos tratando de cambiar todo el sistema energético del planeta. Pero entonces… también somos el mayor exportador (de gas) a Europa”, agregó.

“Y la misma Unión Europea o el mismo Reino Unido, que quieren limpiar el gas con el tiempo, se sentirían bastante descontentos si mañana les dijéramos ‘no hay más gas nuevo'”.

En general, el petróleo y el gas desempeñarán un papel menor en la generación de ingresos para la economía noruega en el futuro, afirmó Barth Eide, aunque señaló que “el futuro del gas durará más que el del petróleo”.

“Estamos más allá del pico y somos muy conscientes e incluso felices de decir que el petróleo y el gas gradualmente serán una parte más pequeña de nuestra economía”.

Si bien la producción de petróleo de Noruega alcanzó su punto máximo a principios de la década de 2000, su producción de gas aumentó y se espera que se mantenga prácticamente estable hacia 2030.