“Extremadamente preocupante”: investigadores argentinos se tambalean tras la elección de un presidente anticientífico

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Como parte de su plan para abordar la crisis económica del país, Javier Milei ha prometido recortar la financiación de la investigación y cerrar agencias científicas clave.

 

Argentina podría estar entrando en una nueva era. Después de una segunda vuelta electoral ayer, el candidato libertario Javier Milei llegó a la presidencia, obteniendo el 56% de los votos. Desde que el país se convirtió en democracia en 1983, ha sido gobernado predominantemente por varios tipos de líderes peronistas: políticos que en su mayoría se adscriben al movimiento populista iniciado por el ex presidente Juan Perón que enfatiza la justicia social y los derechos de los trabajadores. Pero el candidato peronista, el actual ministro de Economía, Sergio Massa, no prevaleció en las últimas elecciones, acosado por una crisis financiera.

El resultado trae mucha incertidumbre para la comunidad científica argentina. Milei y otros miembros de su partido, La Libertad Avanza, se han comprometido a cerrar o posiblemente privatizar la principal agencia científica del país, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), así como a eliminar los ministerios de salud. , ciencia y medio ambiente.

El CONICET, que proporciona financiación a unos 12.000 investigadores en 300 instituciones de toda Argentina con su presupuesto anual de aproximadamente 80.000 millones de pesos (400 millones de dólares), es una de las instituciones científicas más destacadas de América Latina. Antes de las elecciones, los directores de los 16 centros de investigación del CONICET dijeron en un comunicado conjunto que “no es cancelando el Estado como se logrará un mejor país”. Muchos científicos del país apoyaron a Massa o llamaron a otros a no votar por Milei. También organizaron manifestaciones contra Milei.

“A la luz de las promesas y declaraciones hechas durante la campaña presidencial, la situación ahora parece sumamente preocupante”, dice Sandra Díaz, investigadora ambiental del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional de Córdoba, en Argentina, que recibe financiamiento del CONICET. “La comunidad científica probablemente tendrá que mostrar, una vez más, toda su resiliencia y determinación”.

Fuera de Argentina, los investigadores también expresaron oposición a las ideas de Milei antes de las elecciones. Por ejemplo, la Red Interamericana de Academias de Ciencias, que incluye academias de ciencias de las Américas, desde Canadá y Estados Unidos hasta Argentina y Chile, emitió un documento que decía que “la ciencia no es un gasto sino una inversión”, y agregó que La investigación del CONICET “da soluciones directas a los problemas del país”.

El triunfo de Milei “no es una buena noticia para la ciencia, la educación pública, las universidades, la cultura, el medio ambiente y los derechos humanos en Argentina”, dice Alberto Kornblihtt, biólogo molecular del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias de la Universidad de Buenos Aires, que Recibe financiamiento del CONICET.

Un recién llegado a la política
Milei, que anteriormente fue asesor económico de firmas como HSBC Holdings, un banco universal y grupo financiero con sede en Londres, es relativamente un recién llegado a la política argentina. Recién ingresó a la política en 2021 cuando se convirtió en legislador de la cámara baja del Congreso del país. A Milei se le compara a menudo con líderes conservadores como el expresidente estadounidense Donald Trump y el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, y se ha proclamado admirador de la exlíder británica Margaret Thatcher.

En respuesta a la alta tasa de inflación del país (más del 140%) y la enorme deuda con el Fondo Monetario Internacional (miles de millones de dólares), Milei ha prometido recortar los gastos gubernamentales equivalentes a hasta el 15% del producto interno bruto de Argentina. Argentina tiene la tercera economía más grande de América Latina. Milei también ha dado vueltas sobre si también abolirá los sistemas públicos de salud y educación en el país.

Durante la primera vuelta de las elecciones, el 22 de octubre, Massa obtuvo el 37% de los votos y Milei sólo el 30%. Pero Patricia Bullrich, otra candidata conservadora que fue ministra de Seguridad y que obtuvo el 24% de los votos, respaldó posteriormente a Milei. Esto, sumado al profundo descontento por la crisis económica, abrió la puerta a la gran victoria de Milei.

Los científicos reconocen que el país se encuentra en una profunda crisis económica, pero dicen que invertir en ciencia e investigación es una de las mejores soluciones posibles.

“Es importante que las autoridades electas tomen conciencia de que la ciencia y la tecnología deben ser una política de Estado”, dice Gabriel Rabinovich, bioquímico del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Buenos Aires, que recibe financiamiento del CONICET. Argentina no sólo puede importar o desarrollar tecnologías de países del norte global, dice Rabinovich. “Tenemos el talento humano y el poder para desarrollar [nosotros mismos] ciencia innovadora que impacte el conocimiento universal”.

“Un revés enorme”
Las opiniones de Milei sobre el cambio climático como un “engaño socialista” también han despertado preocupación en la comunidad científica. “Su posición es típica de un negacionista”, dice Matilde Rusticucci, científica atmosférica de la Universidad de Buenos Aires y autora desde 2004 de las evaluaciones climáticas globales publicadas por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático. Milei ha dicho que se debería permitir a las empresas contaminar los ríos “tanto como quieran”, mientras que otros miembros de La Libertad Avanza han apoyado la privatización de los mares, sugiriendo que las especies amenazadas pueden protegerse como el ganado, cercándolos.

Milei “está negando el valor de la ciencia, negando el valor del medio ambiente, negando el cambio climático”, dice Rusticucci. “Su gobierno será un revés enorme para toda la comunidad científica, por todos los avances que se están logrando, que requirieron mucho esfuerzo”.

“Es probable que se descontinuen los esfuerzos nacionales en materia de cambio climático”, predice Pilar Bueno, quien estudia relaciones internacionales y negociaciones climáticas en la Universidad de Rosario en Argentina, financiada por el CONICET. “Milei aún podría considerar una política climática que también brinde una oportunidad de negocios. Sin embargo, verlo sólo como una oportunidad de negocio sin las garantías adecuadas podría generar muchos efectos negativos”, afirma.

Queda por ver cuántas de las ideas de Milei se pondrán en práctica. Tomará posesión de su cargo el 10 de diciembre.

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