Desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Dubái, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó un paso significativo hacia la mitigación de la crisis climática.
En su intervención, Petro destacó que Colombia ha decidido dejar de firmar contratos de exploración de carbón, petróleo y gas.
El mandatario colombiano resaltó el compromiso del país con el multilateralismo y el derecho internacional como herramientas para abordar la crisis climática. «Colombia ha propuesto la reestructuración del sistema financiero mundial, el cambio de deuda pública por emisión de derechos especiales de giro que financien los planes de mitigación y adaptación a la crisis climática, el fortalecimiento y reforma de las Naciones Unidas», afirmó Petro.
En línea con esta postura, Petro anunció medidas adicionales, destacando que Colombia ha desmantelado el subsidio a la gasolina y aboga por la prohibición mundial del fracking. Además, reveló que el país ha alcanzado un impresionante 70% de su matriz energética proveniente de fuentes limpias.
El presidente colombiano hizo hincapié en la contribución del país a la preservación del medio ambiente al disminuir la deforestación en la selva amazónica en un 70%, utilizando recursos propios para este fin.
En su discurso, Petro expresó su preocupación por el aumento del 19% en las emisiones globales de CO2 desde la COP de París, atribuyéndolo al considerable consumo de energía fósil. Criticó la relación entre el crecimiento de la productividad y las ganancias de la élite mundial con el consumo de carbono, calificándolo como un «consumo basado en la muerte de los demás».